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GRANADA 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El italiano Francesco Arcuri ha abandonado en coche acompañado de su hijo menor, de once años, para su traslado a Italia el edificio judicial de Caleta, en el entorno del centro de la capital granadina, pasado el mediodía de este viernes, una vez formalizada la entrega por la madre, Juana Rivas, completando un acto ordenado por la autoridad judicial de Italia que no pudo llevarse a cabo en el punto de encuentro familiar de Granada el pasado martes.
La operación se ha hecho atendiendo a las directrices marcadas desde el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada para que al niño sólo lo hayan acompañado, en un primer tramo hasta su entrega, la madre, y, posteriormente el padre, que han comparecido en sede judicial con miembros de los equipos jurídicos que les representan.
Se daba cabida así a los únicos responsables del menor, sin posibilidad de participación como el pasado martes de otros familiares como el hermano mayor de edad, residente en España. Para el primer contacto con el padre ha habido ayuda psicológica especializada, según las fuentes cercanas al caso consultadas por Europa Press.
Rivas salía en un coche conducido por un miembro de su equipo jurídico en asuntos de la jurisdicción civil sobre las 11,30 horas, visiblemente triste, según las imágenes que han podido captar los medios de comunicación que, desde primera hora de la mañana, se han dado cita en las inmediaciones de los accesos a las cocheras de la zona de calabozos de Caleta.
Todo ello pese a que el lugar y la hora se habían previsto secretos por orden del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada encargado de la ejecución de la resolución italiana, que mantiene la custodia para el padre del niño, que ha estado en Maracena, en el área metropolitana granadina, desde las pasadas fiestas navideñas con Rivas, que fue condenada a cárcel por sustracción de menores tras permanecer en paradero desconocido con sus dos hijos un mes en el verano de 2017 tras no entregarlos al padre.
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