MADRID 20 May. (EUROPA PRESS) -
Ubicada en la costa norte de Perú, Chiclayo lleva años consolidándose como un destino clave para el turismo cultural, arqueológico y natural del país. Su combinación de legado ancestral, tradiciones y hospitalidad local la han convertido en una ciudad admirada por viajeros y especialistas.
Ese reconocimiento ha cobrado una nueva dimensión tras el recuerdo que el papa León XIV le dedicó en su primer discurso como pontífice, donde destacó la huella que esta ciudad dejó en su vida. Este vínculo ha puesto a la ciudad en el centro de la atención mundial, transformándola en un destino popular entre los conocedores a una joya turística lista para ser descubierta por el mundo entero.
Conocida también como la Capital de la Amistad, por la hospitalidad de sus habitantes, Chiclayo es una ciudad con múltiples atractivos. Uno de sus íconos religiosos es la Iglesia Santa María Catedral, ubicada frente al Parque Principal, en el corazón de la ciudad, donde su Santidad ofició varias misas mientras fue obispo de Chiclayo. La edificación de estilo neoclásico destaca por sus imponentes columnas que adornan su fachada.
A escasos metros se alza el Palacio Municipal, un edificio republicano bien conservado que domina toda una esquina. Otro de sus atractivos es el Paseo de las Musas, un vistoso parque con jardines y grandes esculturas de musas de la mitología griega. Y a 20 minutos de la ciudad está el encantador balneario de Pimentel, que tiene el muelle más extenso de Perú.
Además, Chiclayo es conocida por su gastronomía. Incluso el portal Eater, una destacada plataforma en el ámbito gastronómico mundial, reconoció a esta ciudad como uno de los mejores destinos culinarios del mundo en 2025.
Algunos de sus platos emblemáticos son el arroz con pato, el cabrito a la norteña y el ceviche con tortita de choclo. Y su postre tradicional es el King kong, un generoso alfajor relleno con manjar blanco, membrillo y piña.
Chiclayo es la capital de Lambayeque, una región que tiene una profunda herencia histórica, marcada por civilizaciones preincaicas como la Mochica, Chimú y Lambayeque. Entre sus principales atractivos destacan el Complejo Arqueológico de Túcume, con sus pirámides milenarias, y la tumba del Señor de Sipán, uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de América.
Para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre, este destino ofrece paisajes únicos con una gran biodiversidad. El Santuario Histórico Bosque de Pómac, uno de los principales atractivos ecológicos de la región, alberga, en sus más de 5887 hectáreas, el bosque de algarrobos más grande del mundo, especies endémicas y pirámides prehispánicas ocultas entre la vegetación. Es un escenario ideal para el senderismo, la observación de aves y el turismo vivencial.
La fe también tiene un papel determinante entre sus habitantes. A poco más de una hora, en el cerro Chalpón, se encuentra la Santísima Cruz de Motupe, uno de los principales destinos de peregrinación del país. Esta profunda conexión espiritual es parte de su ADN, y ahora, también forma parte del legado del nuevo líder de la Iglesia.
Más allá de su conexión con el papa León XIV, Chiclayo y, en general, la región Lambayeque, se presenta como un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia auténtica en Perú. Su riqueza histórica y cultural, su fe arraigada y sus paisajes naturales invitan a descubrir una ciudad que ofrece a cada visitante una experiencia única.
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