Cinco internos del centro penitenciario de El Acebuche (Almería) emprenden el Camino de Santiago

ALMERÍA 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Cinco personas internas en el centro penitenciario de El Acebuche, en Almería, han iniciado esta semana una nueva edición del Camino de Santiago impulsada por la prisión como parte de su programa de tratamiento y reinserción.

El grupo, formado por cuatro hombres y una mujer, regresará a la capital este domingo tras completar a pie las cinco últimas etapas del Camino Francés, entre Sarria y Santiago. Caminarán a diario entre 20 y 25 kilómetros, acompañados por personal del centro penitenciario y el capellán, en una iniciativa que repite formato por segundo año consecutivo.

Antes de partir, los peregrinos han recibido la bendición del obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, en un acto simbólico en la Catedral. "Les he dicho que recen por mí, pero sobre todo que no pierdan la ilusión ni la esperanza".

"El Camino no termina en Santiago: después hay que seguir caminando la vida", ha señalado el obispo almeriense, quien conoce bien lo que implica esta experiencia, ya que la completó hace 15 años desde León: "Es una forma de reencontrarse con uno mismo".

A lo largo de cinco jornadas, los internos completarán el tramo gallego del Camino, con paradas en enclaves como Portomarín, Palas de Rei, Arzúa y Pedrouzo, en un itinerario que combina esfuerzo físico, convivencia y contacto con otros peregrinos, hasta alcanzar el sábado la plaza del Obradoiro.

Para una de las participantes, esta es mucho más que una actividad programada. "Esta mañana me he levantado riéndome, tranquila, con otro pensamiento. Creo que soy capaz de hacerlo", ha contado justo antes de partir.

Reconoce que las últimas semanas no han sido fáciles, pero ha recuperado las ganas. "Es una experiencia nueva que nunca he vivido, y me han hablado tan bien de ella que ya tengo ilusión por conocerlo todo: la gente, los paisajes, pero sobre todo el poder sentirme en libertad durante unos días".

"Lo que más me impresionó fue verlos llorar al llegar a la Plaza del Obradoiro", ha relatado la subdirectora de Tratamiento del centro penitenciario, María del Mar Soriano, que también ha vuelto a sumarse a esta edición. "Muchos se definían como no creyentes, pero en ese momento se rompieron por dentro. Fue muy emocionante".

Para Soriano, volver a participar este año ha sido una elección personal motivada por lo que vivió en la anterior edición. "La experiencia me aportó mucho a nivel interno. No es fácil organizarlo, hay que pasar varios filtros y reuniones previas, pero merece la pena", ha asegurado.

En esa línea se ha expresado también el capellán Manuel Navarro, que vuelve a formar parte del grupo. "Espero que este camino les ayude a mirarse por dentro, a tomar conciencia de sus vidas y a encontrar esa ruta personal que empieza cuando acabe la condena. El Camino tiene algo especial: la convivencia, el saludo del buen camino, esa armonía que se genera al andar juntos... todo eso transforma", ha subrayado.

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