Desvelados tres estilos de escritura en la Biblia hebrea

   MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Inteligencia artificial, modelos estadísticos y análisis lingüístico se han combinado para abordar un persistente enigma en los estudios bíblicos: la identificación de sus autores.

   Al analizar las sutiles variaciones en el uso de las palabras en los textos, un equipo internacional de investigadores logró distinguir entre tres tradiciones de escribas (estilos de escritura) distintas que abarcan los primeros nueve libros de la Biblia hebrea, conocidos como el Eneatipo.

   Utilizando el mismo modelo estadístico basado en IA, el equipo pudo determinar la autoría más probable de otros capítulos de la Biblia. El modelo también explicó cómo llegó a sus conclusiones. Los hallazgos se publican en PLOS ONE.

   En 2010, la investigadora matemática de la Universidad de Duke Shira Faigenbaum-Golovin comenzó a colaborar con Israel Finkelstein, director de la Escuela de Arqueología y Culturas Marítimas de la Universidad de Haifa, utilizando herramientas matemáticas y estadísticas para determinar la autoría de las letras halladas en fragmentos de cerámica del año 600 a. C., comparando el estilo y la forma de las letras inscritas en cada fragmento. Sus descubrimientos fueron publicados en la portada de The New York Times.

   "Concluimos que los hallazgos en esas inscripciones podrían ofrecer pistas valiosas para la datación de textos del Antiguo Testamento", declaró Faigenbaum-Golovin en un comunicado. "Fue entonces cuando comenzamos a formar nuestro equipo actual, que podría ayudarnos a analizar estos textos bíblicos".

   El proyecto multidisciplinario se dividió en dos partes. En primer lugar, el equipo de Faigenbaum-Golovin y Finkelstein -Alon Kipnis (Universidad Reichman), Axel Bühler (Facultad Protestante de Teología de París), Eli Piasetzky (Universidad de Tel Aviv) y Thomas Römer (Collège de France)- estuvo formado por arqueólogos, biblistas, físicos, matemáticos e informáticos.

   El equipo utilizó un novedoso modelo estadístico basado en IA para analizar los patrones lingüísticos en tres secciones principales de la Biblia. Estudiaron los primeros cinco libros de la Biblia: Deuteronomio, la llamada Historia Deuteronomista desde Josué hasta Reyes, y los escritos sacerdotales de la Torá.

   Los resultados mostraron que Deuteronomio y los libros históricos eran más similares entre sí que con los textos sacerdotales, algo que ya es un consenso entre los biblistas.

   "Descubrimos que cada grupo de autores tiene un estilo diferente, sorprendentemente, incluso con palabras simples y comunes como 'no', 'cuál' o 'rey'. Nuestro método identifica con precisión estas diferencias", afirmó Römer.

   Para probar el modelo, el equipo seleccionó 50 capítulos de los primeros nueve libros de la Biblia, cada uno de los cuales ya había sido asignado por los biblistas a uno de los estilos de escritura mencionados anteriormente.

   "El modelo comparó los capítulos y propuso una fórmula cuantitativa para asignar cada capítulo a uno de los tres estilos de escritura", explicó Faigenbaum-Golovin.

   En la segunda parte del estudio, el equipo aplicó su modelo a capítulos de la Biblia cuya autoría fue objeto de un intenso debate. Al comparar estos capítulos con cada uno de los tres estilos de escritura, el modelo pudo determinar qué grupo de autores tenía mayor probabilidad de haberlos escrito. Mejor aún: el modelo también explicó por qué realizaba estas determinaciones.

   "Una de las principales ventajas del método es su capacidad para explicar los resultados del análisis; es decir, para especificar las palabras o frases que llevaron a la asignación de un capítulo determinado a un estilo de escritura particular", afirmó Kipnis.

   Dado que el texto de la Biblia ha sido editado y reeditado en numerosas ocasiones, el equipo se enfrentó a grandes desafíos para encontrar segmentos que conservaran su redacción y lenguaje originales.

   Una vez encontrados, estos textos bíblicos solían ser muy cortos -a veces de tan solo unos pocos versículos-, lo que hacía que la mayoría de los métodos estadísticos estándar y el aprendizaje automático tradicional fueran inadecuados para su análisis. Tuvieron que desarrollar un enfoque personalizado que pudiera gestionar datos tan limitados.

   La escasez de datos a menudo genera temores de inexactitud. "Dedicamos mucho tiempo a convencernos de que los resultados que obteníamos no eran simplemente basura", afirmó Faigenbaum-Golovin. "Teníamos que estar absolutamente seguros de la significancia estadística".

   Para solucionar el problema, en lugar de utilizar el aprendizaje automático tradicional, que requiere una gran cantidad de datos de entrenamiento, los investigadores emplearon un método más simple y directo. Compararon patrones oracionales y la frecuencia con la que ciertas palabras o raíces de palabras (lemas) aparecían en diferentes textos para determinar si probablemente fueron escritos por el mismo grupo de autores.

   El equipo descubrió que, si bien las dos secciones de la Narrativa del Arca en los Libros de Samuel abordan el mismo tema y a veces se consideran partes de una sola narrativa, el texto de 1 Samuel no se alinea con ninguno de los tres corpus, mientras que el capítulo de 2 Samuel muestra afinidad con la Historia Deuteronomista (de Josué a Reyes).

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