Escapada primaveral al Marco de Jerez: Ferias, vino y tradición

   MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -

   La primavera es sinónimo de buen tiempo en el Sur e inicio de sus diferentes ferias, convirtiéndose en una ocasión perfecta para planificar una escapada en la que adentrarse en los sabores del Marco de Jerez, donde el aire se llena de aromas a uva, a olor de albero y el canto de las aves acompaña el suave murmullo del viento entre los viñedos. Todo un paraíso del enoturismo integrado por el triángulo formado por las localidades de Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María que invita a descubrir la rica tradición vinícola de esta región.

   Las ciudades que componen el Marco de Jerez celebran en estas semanas sus ferias, donde ya huele a albero recién regado, a fino y a manzanilla, a caballos y a ferias de ganado. El vino, como no puede ser de otra manera en una provincia de gran tradición bodeguera como Cádiz, se torna protagonista de ferias tan importantes como la de Jerez, que se celebra del 17 al 24 de mayo, El Puerto (del 28 de mayo al 2 de junio) y Sanlúcar (del 27 de mayo al 1 de junio). Estos dos últimos, incluso, dedican la fiesta a sus generosos más conocidos, el fino y la manzanilla, respectivamente, mientras que Jerez, cuna de los generosos por excelencia en la provincia, brinda su fiesta al caballo, protagonista en el Real de González Hontoria durante la feria.

   El enoturismo es el segundo motivo para viajar a Cádiz, tan solo por detrás del ocio y las vacaciones, según el último estudio presentado por la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez, por lo que os ofrecemos una ruta de cuatro días para conocer y disfrutar de sus parajes, ciudades y sobre todo para conocer sus vinos generosos y sorprenderse con sus espectaculares bodegas y más en plena ferias.

   La ruta empieza por Jerez de la Frontera, donde los visitantes pueden adentrarse en el mundo ecuestre jerezano, en la Real Escuela de Arte Ecuestre o la Yeguada de la Cartuja, donde disfrutar de un espectáculo único donde los caballos danzan al ritmo del flamenco. No obstante, su feria está dedicada a este bello animal, verdadero protagonista del Real.

   Al mediodía, es hora de disfrutar de la gastronomía local en el restaurante La Carboná o el restaurante Pedro Nolasco, donde degustar propuestas locales, pero con un toque moderno maridadas con vinos de Jerez y Manzanilla.

   Por la tarde, tras una primera toma de contacto con los generosos, es hora de recorrer las históricas bodegas catedrales donde con cuidado se elaboran. Bodegas con siglos de historia como Lustau, donde pasear por sus calles emparradas, o González Byass, donde perderse entre sus suelos de albero, pasear por la calle de los Ciegos, una de las más bonitas de España, y descubrir el arte de venenciar; Lustau o Bodegas Fundador, donde además se puede visitar su museo para descubrir la historia del primer brandy español. Una experiencia que permite al viajero conocer de cerca el proceso de crianza del jerez y degustar sus diferentes variedades.

   Por último, para cerrar el día, tras haberse acercado a la Catedral o paseado por El Alcázar, nada mejor que saborear una copa de jerez en un tabanco tradicional, como El Pasaje -donde disfrutar de su espectáculo de flamenco-, Las Banderillas, donde degustar sus chicharrones, sus tortillas de camarón o su atún al amontillado, o San Pablo, ejemplos de los despachos de vinos con mucha historia y tradición donde los vinos se venden a granel y se sirven directamente desde la bota.

   Para pasar la noche, nada mejor que hacerlo en el corazón de una bodega, como es el caso del hotel Tío Pepe, el primer 'sherry' hotel del mundo que está integrado en el conjunto monumental del siglo XIX de las bodegas de González Byass y se sitúa en un edificio recuperado, con más de 150 años y que cuenta con una terraza superior, con vistas a la catedral y al Alcázar, o con la imponente vista a la Catedral, desde el hotel Sidonia.

   Mientras, para los 'wine lover' que prefieran alojarse en plena naturaleza y en una casa señorial en pleno viñedo, no deben perderse la Casa Viña de Alcántara, a escasos kilómetros de Jerez.

   El recorrido por el Marco de Jerez también nos lleva a disfrutar de Sanlúcar de Barrameda para adentrarse en una visita al Parque Nacional de Doñana en 4x4, una manera diferente de recorrer este santuario natural situado en la desembocadura del Guadalquivir y conocer sus marismas, dunas, bosques y una fauna única. Este paraje, hogar de miles de especies, incluyendo el lince ibérico, está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es un plan ideal para combinar el turismo gastronómico con la naturaleza del Marco de Jerez.

   Tras esta experiencia en el espacio natural con mayor diversidad de toda Europa, el casco histórico de Sanlúcar invita a disfrutar de la gastronomía de la región en paradas como Casa Balbino, donde degustar sus icónicas tortillas de camarón, Casa Bigote o Taberna der Guerrita, donde dejarse llevar por sus tradicionales guisos acompañados de una rica manzanilla.

   Por la tarde, Bodegas Barbadillo ofrece un recorrido exclusivo por el Museo de la Manzanilla y sus bodegas centenarias, una visita con la que descubrir el proceso detrás de un vino singular que sólo se elabora en esta localidad. Para concluir la jornada, nada mejor que una cena de tapeo en los bares y tabernas de Bajo de Guía, disfrutando del atardecer, o la Plaza del Cabildo, donde se vive la esencia sanluqueña y del Marco. En El Puerto de Santa María, el día arranca con un paseo en catamarán por la Bahía de Cádiz, disfrutando de las mejores vistas al Castillo de Sancti Petri y de la fauna del Parque Natural de la Bahía. Durante la travesía, nada mejor que maridarla con una cata de vinos de Jerez para complementar la experiencia. A mediodía, de vuelta en El Puerto, para saborear pescados y mariscos en locales una parada puede ser El Faro del Puerto, con una propuesta culinaria que destaca los productos locales con un toque innovador.

   Por la tarde, la historia cobra protagonismo en este recorrido con una visita al Castillo de San Marcos y la Basílica Menor Nuestra Señora de los Milagros, con la opción de una visita teatralizada al castillo para descubrir de una forma diferente la historia de la localidad. Para un tapeo informal, La Bodeguilla del Bar Jamón es el lugar ideal para degustar embutidos ibéricos, quesos y otros productos de la tierra en un ambiente acogedor o en el Bar Er Beti, donde tapear con algún generoso.

   Por la noche, como visita obligada, la Bodega Osborne, que no solo ofrece un recorrido por sus emblemáticas instalaciones, sino que también alberga la Toro Gallery, un espacio expositivo donde arte y vino se fusionan en una experiencia única. Otra opción recomendable es la Bodega Gutiérrez Colosía, una bodega familiar con vistas al río Guadalete, donde se puede descubrir el proceso de crianza de los vinos del Marco de Jerez y disfrutar de una cata en un entorno privilegiado.

   Para descansar, El Puerto de Santa María ofrece una amplia variedad de alojamientos, desde hoteles boutique hasta establecimientos con encanto junto al mar, como El Monasterio.

   Y de El Puerto a Chiclana de la Frontera, otra localidad imperdible del Marco, ideal para combinar enoturismo y naturaleza. La jornada puede empezar con una visita a bodegas locales como Primitivo Collantes o Manuel Aragón, y continúa con una tarde de relax en las playas de La Barrosa.

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