MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
Cuando el calendario aún no marca vacaciones pero el cuerpo pide una pausa, no hay mejor terapia que una escapada exprés. Un billete de avión, un pequeño equipaje y dos días para resetear la mente. Lo mejor: no hace falta cruzar el Atlántico para sentirse lejos. A menos de dos horas de vuelo desde Madrid se abren ciudades costeras, capitales vibrantes, islas paradisíacas y enclaves con historia que parecen pensados para saborearse en 48 horas.
La plataforma Civitatis, especializada en actividades en español en todo el mundo, ha preparado una selección de 10 destinos ideales para una escapada de fin de semana, todos ellos con vuelos directos desde Madrid que duran menos de dos horas. Aquí te contamos por qué merecen ser tu próximo 'viaje corto con alma'.
1. Lisboa, Portugal - La ciudad de la luz y la melancolía
A tan solo 1 hora y 15 minutos, la capital lusa encandila con su ritmo tranquilo, su luz dorada y el crujir de los tranvías sobre el adoquín. El barrio de Alfama, la icónica Torre de Belém o el Monasterio de los Jerónimos son paradas obligatorias, pero lo mejor de Lisboa es perderse sin mapa. Recorre sus colinas en tuk tuk, navega por el Tajo o disfruta un tour gastronómico por sus tabernas tradicionales.
Y todo, sin jet lag ni maleta grande. Además el precio para volar a la capital lusa suele ser bastante asequible y, al no ser muy elevado, resulta perfecto para una escapada de fin de semana
2. Burdeos, Francia - Vino, arte y elegancia
Pasear por Burdeos es como recorrer una postal constante. Su armonía arquitectónica le ha valido el título de Patrimonio Mundial por la UNESCO. Si prefieres descubrir el gran legado monumental de la capital de Nueva Aquitania, no dudéis en reservar un free tour con Civitatis por el Viejo Burdeos y el barrio de San Miguel.
Pero más allá de sus fachadas de piedra blanca y bulevares, esta ciudad a 1 hora y 20 minutos de vuelo es el paraíso para los amantes del vino. No te pierdas la experiencia inmersiva en la Cité du Vin, o un paseo al atardecer junto al río Garona con una copa en mano. Ideal para un fin de semana romántico o entre amigos foodies.
3. Oporto, Portugal - Sabor a historia y vino en el Duero
A poco más de una hora, Oporto combina a la perfección nostalgia y modernidad. Desde su estación de São Bento con azulejos centenarios hasta los cafés de la ribera del Duero, esta ciudad portuguesa es perfecta para una escapada sensorial. Entre los lugares más famosos que visitar en Oporto no puede faltar tampoco la estación de São Bento, decorada con miles de azulejos o la Catedral, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Sube al teleférico, cruza el puente Dom Luís I y termina el día con una cata de vino de oporto en Vila Nova de Gaia. Una ciudad para saborear a sorbos.
4. Palma de Mallorca, España - Mediterráneo con carácter todo el año
Aunque no haya que salir del país, Mallorca merece su lugar en esta lista. A 1 hora y 25 minutos, es una de las islas más versátiles del Mediterráneo. Playas tranquilas, calas escondidas, pueblos como Valldemossa o Deià, y una catedral que asombra incluso a quienes ya la conocen. ¿Lo mejor? No necesitas verano para disfrutarla: Mallorca también brilla en primavera u otoño. Una escapada para combinar cultura, naturaleza y gastronomía.
5. Niza, Francia - La Riviera francesa en versión exprés
Conocida como la perla de la Costa Azul, Niza es sinónimo de sofisticación sin excesos. Sus paseos junto al mar, sus mercados provenzales y su legado italiano -fue parte del Reino de Cerdeña hasta 1860- la convierten en una joya multicultural. A solo 1 hora y 35 minutos, puedes desayunar en Madrid y almorzar con vistas al Mediterráneo. Aprovecha para una excursión corta a Cannes o Mónaco. Estilo francés, mar azul y mucho por descubrir.
6. Marsella, Francia - El lado bohemio del Mediterráneo
A 1 hora y 40 minutos, la segunda ciudad de Francia guarda un alma muy diferente a París. Su puerto histórico, los barrios multiculturales, el arte callejero y la cercanía a los calanques -espectaculares acantilados junto al mar- la hacen una escapada vibrante y natural a la vez. No te pierdas el Castillo de If, escenario del famoso Conde de Montecristo, y acaba el día con una bullabesa con vistas al mar.
7. París, Francia - El clásico que nunca falla
Cliché o no, París es París. A exactamente 2 horas de vuelo, es perfecta para una escapada cultural, romántica o incluso en familia. Desde subir a la Torre Eiffel, perderse en el Marais o visitar el Louvre, hasta pasear por Montmartre o ver caer la tarde sobre el Sena. ¿Viajas con niños? Disneyland* está a solo media hora. ¿En pareja? Una cena en barco por el río puede ser inolvidable. Una ciudad con mil caras para mil tipos de viajero.
8. Lyon, Francia - Historia romana y gastronomía de primer nivel
Si buscas una ciudad sin masas pero con esencia, Lyon es tu destino. A 1 hora y 50 minutos, esta urbe Patrimonio de la Humanidad ofrece ruinas romanas, mercados, óperas, murales de arte urbano y una de las cocinas más premiadas de Europa. Visita el viejo Lyon, pasea por la colina de Fourvière y prueba las quenelles en un auténtico bouchon. Ideal para amantes del arte, la historia y la buena mesa.
9. Marrakech, Marruecos - Cambio de continente sin cruzar el mundo
Con tan solo 1 hora y 55 minutos de vuelo, entrar a Marrakech es cambiar de ritmo, color y cultura. La plaza Jemaa el-Fna, los zocos, la medina, los jardines Majorelle... Cada rincón despierta un sentido. Puedes perderte en su caos delicioso o disfrutar de una experiencia relajante en un riad con hammam. Y si tienes algo más de tiempo, dormir bajo las estrellas en el desierto de Zagora es una experiencia mágica. Un destino que transforma un fin de semana en una pequeña aventura exótica.
10. Alguer, Italia - Cerdeña con acento catalán
Terminamos en Alguer (Alghero), una ciudad sorprendente al norte de Cerdeña, a solo 2 horas de vuelo. Su casco antiguo amurallado recuerda a las calles de Girona, pero está bañado por el mar Tirreno. Con raíces catalanas aún presentes en su idioma y gastronomía, Alguer combina historia, playas cristalinas y rutas escénicas por acantilados. Ideal para quienes buscan mar y cultura lejos de las multitudes.
Escaparse un fin de semana ya no es sinónimo de quedarse cerca. Con vuelos cortos y cada vez más accesibles, la idea de microviajes gana terreno entre quienes quieren vivir más con menos
Haz la maleta ligera, carga el móvil con tu tarjeta de embarque y sal a reconquistar tus fines de semana. El mundo (o al menos, una buena parte de él) está a solo dos horas de distancia.
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