ALMERÍA 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los efectivos del servicio de extinción de incendios forestales de Andalucía, el Plan Infoca, han dado por extinguido el incendio forestal que se originó en la noche del 28 de agosto en la Sierra de la Atalaya en Lubrín (Almería) tras 12 días y 1.116 hectáreas de terreno afectadas por las llamas.
El operativo ha dado por sofocado un incendio que quedó controlado el pasado 1 de septiembre tras comprobar que no había posibilidad de reproducción de llamas en la zona.
Las mediciones provisionales apuntan que las llamas han devorado unas 1.116 hectáreas principalmente de matorral y monte bajo en uno de los incendios más grandes que ha padecido Andalucía a lo largo de este verano junto con los de Burguillos (Sevilla) y Benahadux (Almería), y que según el recuento del Gobierno andaluz, eleva a 6.151 hectáreas las que han ardido en lo que va de año.
El incendio de Lubrín se vio complicado debido a la orografía, con terrenos muy escarpados y barrancos, así como por los vientos cambiantes, que llegaron a soplar con rachas por encima de los 30 kilómetros por hora, sentido en el que las columnas de humo también limitaban la operatividad de los medios aéreos.
La fase de emergencia relativa a la situación operativa 1 del Plan de Emergencia quedó desactivada a las 17,12 horas del sábado, poco después de que el incendio quedara estabilizado por el personal del Infoca.
El fuego se originó en torno a las 23,00 horas del pasado día 28 y, según los primeros indicios, podría estar relacionado con el "mal estado" de una línea eléctrica en la zona del Barranco Muñoz de Alcarria de la localidad. En un primer momento, se trató de extinguir las llamas con medios municipales.
Fue sobre las 5,46 horas de la madrugada del día 29 cuando la Junta de Andalucía declaró el nivel 1 de emergencia por el incendio forestal. Para este incendio han llegado a movilizarse más de 200 efectivos y 17 medios aéreos, con la participación de aviones anfibio del Ministerio para la Transición Ecológica.
En los primeros momentos se llegó a advertir para salir de sus casas, de manera preventiva, a "más de 50 vecinos" de la zona de El Marchal y del Campico Moletas, donde se comparten partes del término municipal con Bédar. También se desalojaron a cinco vecinos de Los Albaricos y Fuente de los Albaricos.
A tenor de este incendio, el Ayuntamiento de Lubrín anunció que iba a solicitar tanto a la Junta de Andalucía como al Gobierno Central, a través de los cauces pertinentes, que se declare el municipio como zona gravemente afectada o catastrófica, con el fin de atender en la medida de lo posible las necesidades derivadas de estos sucesos.
Asimismo, anunció que habilitaría una ventanilla específica en las oficinas municipales durante los meses de septiembre y octubre. El objetivo es que todas aquellas personas que hayan sufrido daños materiales de cualquier índole (en inmuebles, explotaciones agrícolas, ganaderas, apícolas, etcétera) puedan presentar una instancia general acompañada de una valoración de los perjuicios sufridos.
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