MADRID 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
En la escarpada costa de Baiona, Pontevedra, dos faros con historias entrelazadas han resurgido de sus cimientos para ofrecer experiencias turísticas únicas en el corazón de las Rías Baixas.
El Faro de Cabo Silleiro, un guardián centenario del Atlántico, se ha reinventado, dando paso a un modelo de turismo sostenible que celebra el patrimonio gallego con una mirada hacia el futuro.
El faro original de Cabo Silleiro, construido en 1862, desempeñó un papel crucial en la seguridad marítima de la zona. Sin embargo, con la construcción en 1924 de un faro más grande y elevado, dejó de funcionar en 1925 y cayó en total desuso, conservando únicamente sus muros exteriores originales.
Casi un siglo después, este faro histórico ha sido objeto de una rehabilitación integral que lo ha transformado en una acogedora taberna atlántica denominada 'Faro Pequeno' o 'Faro Primitivo'.
Inaugurado en agosto de 2024, este nuevo espacio gastronómico se basa en productos de la gastronomía local, buscando atraer tanto a turistas como a peregrinos que recorren el Camino Portugués por la costa, ofreciéndoles incluso el sellado de La Compostela. La rehabilitación del faro se ha realizado con esmero, eligiendo cuidadosamente los materiales, colores y elementos decorativos.
En la taberna, además de las creaciones del chef, se pueden degustar también otros platos típicos gallegos elaborados con las latas de la conservera gallega 'La Curiosa', especializada en productos artesanales de pescado y marisco, que combinan tradición, calidad e innovación.
Sus productos, elaborados a mano con ingredientes seleccionados, destacan por su sabor y sostenibilidad. Además, su cuidado diseño artístico convierte cada lata en una experiencia visual, lo que ha posicionado a la marca como un referente en el sector gourmet nacional e internacional.
Entre los platos estrella que se pueden disfrutar en el Faro Pequeño están los deliciosos carabihuevos, los carpaccios de gamba roja, vieira, cigala o gambón salvaje, los buñuelos de gamba, coco y curry, el pulpo a feira con tetilla, las luritas marineras 'La curiosa', así como 'Laterío' de conservas y patés.
Y para cerrar una carta de postres 'que no se saltan' como su tarta cremosa al horno, su yogur natural gallego con frutos del bosque o la tentación de chocolate negro, sal y pistacho. Para regarlo nada mejor que una selecta carta de vinos Rías Baixas, Godello, Ribeiro, Rioja, Ribera del Duero y Mencía.
Todo ello puede disfrutarse en una encantadora terraza con vistas al océano y las Islas Cíes, donde los atardeceres se viven como auténticas experiencias hipnóticas. El ambiente, la decoración cuidada y el trato amable han generado excelentes opiniones por parte de visitantes, quienes valoran la relación calidad-precio y el entorno mágico del lugar.
Situado sobre la misma línea costera que antaño iluminaba, el Faro Pequeno fue durante años una referencia esencial para la navegación hacia la bahía de Baiona y la ría de Vigo. Hoy, su reapertura no solo significa la recuperación de un patrimonio histórico olvidado, sino también su transformación en un espacio vivo y funcional.
A poca distancia, al otro lado de la carretera y en un plano más elevado, se alza el icónico faro grande, reconocible por sus impresionantes rayas blancas y rojas.
Construido en 1924 para ampliar el alcance de la señal luminosa y mejorar la seguridad marítima, este faro también forma parte de un ambicioso proyecto turístico.
Tras un exhaustivo proceso de rehabilitación que culminó con su inauguración el 14 de abril de 2025, el faro grande se ha transformado en el Hotel Faro Silleiro, un establecimiento de lujo que conserva su aspecto exterior.
Este hotel boutique cuenta con 17 habitaciones exteriores distribuidas en tres plantas, ocho de ellas con vistas excepcionales al Atlántico y las nueve restantes con vistas al entorno natural.
El interior del hotel ha sido diseñado respetando la estructura original de piedra y la emblemática escalera de caracol, creando un ambiente de confort y exclusividad. Entre los espacios comunes destacan un vestíbulo de recepción, un salón con chimenea y biblioteca, un restaurante-bar y una terraza panorámica de 138 metros cuadrados. Además, el hotel ofrece gimnasio y una piscina infinita de agua salada, consolidándose como un espacio de 'tranquilidad y exclusividad'.
La decoración del hotel presenta un estilo 'marinero naútico' creada artesanalmente por Raúl Lamarca y en exclusiva para el faro, rindiendo homenaje al mar y la montaña. Destacan los puntos de luz cerámicos, el mobiliario de madera ondulado, el imponente muro interior de granito abujardado y las reminiscencias a Tintín en la tipografía de habitaciones y los letreros.
El hotel también ofrece la posibilidad de alquilar el alojamiento al completo y se presenta como un lugar ideal para celebrar bodas y convenciones de empresa, con varias reservas de eventos ya confirmadas.
Un dato curioso sobre el faro grande es la retirada de la óptica que flotaba en mercurio, un metal utilizado durante cien años como rodamiento líquido para asegurar el giro rápido y suave de las lentes. Esta delicada labor se realizó en junio de 2024 cumpliendo con la normativa vigente, y la óptica fue trasladada a Suiza para su gestión.
Actualmente, el faro utiliza una lámpara de tecnología LED de última generación, lo que supone un ahorro energético significativo y un alcance lumínico de más de 29 millas náuticas. La linterna del faro seguirá activa como guía marítima.
El Cabo Silleiro se encuentra en el municipio de Bayona (Pontevedra), en plena costa atlántica, marcando la entrada sur a la ría de Bayona. El entorno que rodea los faros es de una gran belleza natural y merece ser explorado.
Los visitantes pueden disfrutar de un Free Tour por Baiona, una de las villas más bonitas de Galicia, donde podrán conocer la historia de La Pinta, la carabela que trajo la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo al atracar allí en 1493. También se narran las incursiones del pirata Francis Drake en la costa gallega.
La zona del Val Miñor ofrece una variedad de actividades para disfrutar de la costa gallega a pie o en barco. Se recomienda explorar playas paradisíacas como la Playa de Rodas en las Islas Cíes y la Playa de Nerga.
Los amantes del senderismo pueden recorrer la Ruta del Monte Ferro, con vistas panorámicas de las Islas Cíes y las Rías Baixas, o parte del Camino Portugués de la Costa, que pasa cerca del faro.
La gastronomía es otro de los grandes atractivos de la región. En Baiona, se pueden degustar mariscos frescos en muchos restaurantes y también es muy recomendable visitar el Mercado de O Grove para comprar productos locales.
La reconversión de estas atalayas del mar son un claro ejemplo de cómo se pueden conservar los monumentos dándoles un nuevo uso, contribuyendo a la desestacionalización del turismo en Galicia.
El proyecto, impulsado por la empresa Lighthouse Baiona, ha contado con el apoyo de la Xunta de Galicia y fondos europeos Next Generation, enfocándose en la recuperación del patrimonio y la valorización del entorno rural.
El Hotel Faro Silleiro es una apuesta firme por un modelo turístico desestacionalizado y rentable que invita a descubrir la impresionante naturaleza y la exquisita cultura de las Rías Baixas.
Visitar el Faro Silleiro es sumergirse en un lugar mágico donde la historia del mar se fusiona con una nueva era de hospitalidad, ofreciendo a los viajeros una experiencia inolvidable en un enclave incomparable de la costa gallega.
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