MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -Las familias que han perdido sus hogares por el terremoto de Birmania ocurrido hace un mes se preparan para hacer frente a las inminentes lluvias monzónicas, que amenazan con aumentar los riesgos para la salud y agravar su sufrimiento.
Esta situación se produce mientras las agencias de ayuda humanitaria hacen un llamamiento para aumentar la financiación de la ayuda con el fin de hacer frente a las carencias y proporcionar un apoyo a los necesitados.
World Vision ha alertado de que las lluvias fuera de temporada ya están causando interrupciones en la entrega de ayuda y con la llegada de la temporada de monzones, en los próximos meses, los efectos agravantes de estos desafíos serán "catastróficos" para las comunidades afectadas, "especialmente para las mujeres y la infancia, por lo que es aún más crítico que los donantes internacionales aumenten sus contribuciones".
Durante la estación de los monzones, según la ONG, la combinación de inundaciones y hacinamiento en los refugios temporales, con las consiguientes condiciones insalubres, aumenta el riesgo de brotes de enfermedades como la diarrea, el dengue y muchas otras, y pone en peligro la vida de los niños y niñas.
El director nacional de World Vision en Birmania, Kyi Minn, ha explicado que los daños en las infraestructuras de carreteras y puentes y las lluvias intempestivas "ya estaban dificultando el acceso de los niños, niñas y familias a algunas zonas del centro de Myanmar, muy afectado por el terremoto".
"Las comunidades han perdido sus hogares, sus fuentes de agua están contaminadas y la propagación de enfermedades transmitidas por el agua es inminente. Con los monzones en camino, el riesgo para la infancia y sus familias aumenta aún más", ha descrito Minn.
A pesar de la magnitud de la catástrofe provocada por el terremoto, en la que murieron más de 3.600 personas, la respuesta financiera ha sido lenta. Para la ONG, el llamamiento internacional de 275 millones de dólares para responder al terremoto sigue estando "gravemente infrafinanciado", con sólo decenas de millones comprometidos hasta la fecha.
World Vision ha advertido de que la experiencia de Birmania puede ser una señal de una tendencia "preocupante": los países afectados por catástrofes naturales pueden verse cada vez más obligados a asumir solos la recuperación a medida que los gobiernos extranjeros reducen la financiación de la ayuda internacional.
"Actualmente, las necesidades humanitarias son mayores que los recursos y la brecha entre las necesidades y los recursos disponibles es cada vez mayor", ha advertido Kyi Minn, "y los niños que necesitan ayuda urgente están pagando el precio".
La ONG tiene como objetivo llegar a 500.000 personas con ayuda crítica en los próximos seis meses. Hasta ahora, los esfuerzos humanitarios de World Vision en Birmania han llegado a más de 160.000 personas. "Los niños necesitan ayuda urgente y desesperada. No hay tiempo que perder; la comunidad internacional debe intensificar su respuesta y apoyar a las organizaciones para que presten ayuda vital ahora y garantizar que la infancia más vulnerable del mundo no caiga en el olvido", ha concluido Kyi Minn.
Participate
Join and comment