SEVILLA 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
La vigilancia humana, entomológica y animal del virus del Nilo occidental (VNO), incluidas en el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental para 2025 de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, descarta la circulación de virus en la segunda semana de junio en toda Andalucía. Tampoco se han registrado casos en humanos, ni en aves o équidos en lo que va de año. De este modo, no ha sido necesario aún declarar ningún municipio como área en alerta y todos mantienen el mismo nivel de riesgo que les fue comunicado en marzo.
De los resultados de la información de vigilancia entomológica de la Consejería, que cuenta con 120 trampas repartidas por las ocho provincias andaluzas, así como los datos aportados por la Estación Biológica de Doñana-CSIC, de Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva y de las distintas diputaciones provinciales, se comprueba que no se ha detectado la circulación del VNO en los últimos análisis disponibles. Tampoco se ha detectado en équidos ni en aves silvestres en la comunidad autónoma, según ha detallado la Consejería de Salud en una nota.
En cuanto a las densidades de mosquitos observadas en la segunda semana del mes de junio, las trampas distribuidas en los municipios de La Puebla del Río (núcleo de población y Dehesa de Abajo) y Villamanrique de la Condesa (Sevilla); Cártama, Fuente de Piedra y Málaga; La Rambla, La Carlota, Guadalcázar, Montalbán de Córdoba y Santaella (Córdoba); Andújar y Guarromán (Jaén) y Almería arrojan presencia moderada. El resto de las trampas dispuestas en el territorio, aportan valores con presencia baja o ausencia de especies transmisoras.
Las trampas se han ubicado en municipios clasificados con Nivel de Riesgo (NR) alto, bien por tener un índice de probabilidad de circulación del VNO elevado o bien porque la situación del municipio es apropiada para la identificación temprana de una posible expansión en la circulación del virus. El objetivo que se persigue es la detección temprana del aumento de la densidad de mosquitos transmisores y la circulación del virus en los mismos, para informar a la administración local y que esta intensifique las acciones de vigilancia, control y comunicación en su territorio, disminuyendo así las probabilidades de transmisión a humanos, así como tener información en tiempo real para poder anticipar las acciones a realizar (incrementar los mensajes de salud dirigidos a la población, intensificar la colaboración entre administraciones implicadas, etcétera).
El criterio que se ha utilizado para la localización de las trampas en los territorios seleccionados (una vez determinado los municipio con las condiciones descritas en el párrafo anterior) ha sido el de zonas donde sea esperable una importante abundancia de las cuatro especies principales de vectores del virus con anterioridad a que se tenga presencia de este en los núcleos poblacionales, es decir, zonas con presencia de agua estancada con baja salinidad, zonas verdes refugio de adultos, entre otros, que estén cerca de esos núcleos.
La Consejería de Salud y Consumo aprobó el pasado febrero la actualización del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) para la temporada 2025, en el que han participado más de 250 profesionales entre ayuntamientos, diputaciones, grupos científicos, inspectores de Salud Pública y empresas, a través de reuniones que se celebraron entre diciembre y enero pasados.
Este programa establece que todos los municipios de Andalucía están incluidos en algún nivel de riesgo y, por tanto, todos tienen una necesidad de control del virus porque en la temporada pasada se pudo comprobar que las especies de mosquitos transmisores (culex) están presentes en todo el territorio andaluz. Estos niveles de riesgo se han reducido a tres (bajo, medio y alto) para facilitar su comprensión por parte de todos los implicados, incluida la población, así como las medidas de prevención y control asociadas a cada nivel. En total, cuenta con 103 municipios en riesgo alto, 313 en medio y 369 en bajo.
En marzo se comunicó a todos los municipios su nivel de riesgo y los inspectores de Salud Pública (más de 400 desplegados en toda Andalucía) contactaron con ellos para asesorar técnicamente sobre la puesta en marcha de las medidas de vigilancia y control, que deben abarcar todo el año con el objetivo de que las poblaciones de mosquitos sean las más bajas posibles al llegar la época de mayor circulación del virus, que es de junio a octubre.
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