MADRID 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha advertido del riesgo que supone para la actividad de la zona euro una escalada de las tensiones comerciales y de las incertidumbres asociadas, mientras que una rápida resolución de las mismas podría servir de estímulo para la eurozona.
En su comparecencia ante la prensa, después de que el Consejo de Gobierno del BCE haya acordado mantener sin cambios los tipos de interés, la 'guardiana del euro' ha asegurado que la institución no se compromete de antemano con una trayectoria de tipos específica por lo que seguirá un enfoque basado en los datos y reunión por reunión.
En cualquier caso, Lagarde ha expresado la disposición del BCE para ajustar todos sus instrumentos para garantizar que la inflación se estabilice de forma sostenible en el objetivo a medio plazo y para preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria.
En este sentido, la francesa ha advertido de que los riesgos para el crecimiento económico siguen siendo a la baja, identificando como las principales amenazas una mayor escalada de las tensiones comerciales mundiales y las incertidumbres asociadas, que podrían frenar las exportaciones y lastrar la inversión y el consumo, así como un deterioro de la confianza en los mercados financieros que generase condiciones de financiación más restrictivas y una mayor aversión al riesgo.
Por el contrario, la presidenta del BCE ha apuntado que si las tensiones comerciales y geopolíticas se resolvieran rápidamente, "esto podría mejorar la confianza y estimular la actividad".
Según adelantó el diario 'Financial Times' y confirmó Europa Press en fuentes diplomáticas, la Unión Europea y Estados Unidos estarían acercándose a un acuerdo para evitar la amenaza del presidente norteamericano, Donald Trump, de imponer un 30% de aranceles generalizados sobre las producciones europeas a partir del 1 de agosto, si bien este tratado no evitará a los Veintisiete un gravamen del 15% sin contramedidas.
Sobre estas informaciones, Lagarde ha asegurado que el BCE sigue atentamente la dirección de las negociaciones, aunque ha recordado que la entidad no está en posición de negociar y opera sobre la base del trabajo realizado para pronosticar y anticipar.
"Tenemos una base sobre la que basamos nuestra decisión de hoy, que es nuestra base de junio, y que se mantiene", ha indicado, añadiendo que, "cuanto antes se resuelva esta incertidumbre comercial, cuanto antes se resuelva, menos incertidumbre tendremos que afrontar, y eso sería bienvenido por todos los actores económicos, incluidos nosotros mismos".
Asimismo, si las tensiones comerciales se resuelven pronto, se disipará parte de la incertidumbre que pesa sobre la toma de decisiones de los consumidores, los inversores y las empresas, "y, por supuesto, también nos ayudará a anticipar y modelar el resultado de esos aranceles".
De tal manera, Lagarde no ha querido entrar a valorar cómo podría una inminente resolución del conflicto comercial con EEUU afectar a las decisiones de política monetaria del BCE, limitándose a señalar que "el futuro lo dirá. No descartaría nada con certeza".
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