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Residuos plásticos reciclados en materiales que atrapan CO2

   MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Químicos de la Universidad de Copenhague han desarrollado un método para convertir los residuos plásticos en una solución climática para la captura eficiente y sostenible de CO2.

   Según afirman en un artículo publicado en Science Advances, esto supone matar dos pájaros de un tiro al abordar dos de los mayores desafíos mundiales: la contaminación plástica y la crisis climática.

   A medida que las concentraciones de CO2 en la atmósfera siguen aumentando, a pesar de años de intenciones políticas para limitar las emisiones, los océanos del mundo se inundan de plásticos, lo que amenaza los entornos y ecosistemas marinos.

   Investigadores de la Universidad de Copenhague han desarrollado un método que afronta ambos retos a la vez al lograr que el plástico PET descompuesto se convierte en el ingrediente principal para la captura eficiente y sostenible de CO2.

   El plástico PET es uno de los tipos de plástico más utilizados en el mundo, pero una vez cumplido su propósito, se convierte en un problema ambiental global acuciante. Esto se debe a que termina en vertederos en muchas partes del mundo, donde se descompone en microplásticos contaminantes que se propagan al aire, el suelo y las aguas subterráneas. Una gran parte también termina en los océanos.

   "La ventaja de este método es que resolvemos un problema sin crear uno nuevo. Al convertir los residuos en una materia prima que puede reducir activamente los gases de efecto invernadero, integramos un problema ambiental en la solución a la crisis climática", afirma en un comunicado Margarita Poderyte, del Departamento de Química de la Universidad de Copenhague, autora principal del artículo de investigación que divulga la invención.

   La solución es potencialmente beneficiosa para todos a escala global, ya que los residuos plásticos no solo no terminan en la naturaleza, sino que también se convierten en un factor activo en la mitigación del cambio climático.

   Con la nueva tecnología química, los investigadores pueden transformar los residuos de plástico PET, que los recicladores pasan por alto, en un recurso primario mediante un nuevo tipo de absorbente de CO2 que han desarrollado. El proceso lo "recicla" para obtener un nuevo material, denominado BAETA, que absorbe el CO2 de la atmósfera con tanta eficiencia que es fácilmente comparable a las tecnologías de captura de carbono existentes.

   El material BAETA tiene una estructura pulverulenta que se puede granular y una superficie químicamente mejorada, lo que le permite fijar y capturar el CO2 de forma muy eficaz.

   Una vez saturado, el CO2 se libera mediante un proceso de calentamiento, lo que permite concentrarlo, recolectarlo y almacenarlo, o bien convertirlo en un recurso sostenible. En la práctica, los investigadores esperan que la tecnología se instale primero en plantas industriales donde los escapes de las chimeneas pasen por las unidades BAETA para depurarlas de CO2.

   El artículo de Science Advances describe el proceso químico que sustenta la invención. El proceso es suave en comparación con las tecnologías existentes y, al mismo tiempo, muy adecuado para su escalado industrial.

   "El ingrediente principal son residuos plásticos que, de otro modo, tendrían una vida útil insostenible. La síntesis que utilizamos, donde se lleva a cabo la transformación química, es más suave que la de otros materiales para la captura de CO2, ya que podemos realizar la síntesis a temperatura ambiente. Además, tiene la ventaja de que la tecnología se puede escalar con mayor facilidad", afirma Poderyte.

   "Vemos un gran potencial para este material, no solo en el laboratorio, sino también en plantas industriales de captura de carbono reales. El siguiente gran paso es escalar la producción para producir el material en toneladas, y ya estamos trabajando para atraer inversiones y convertir nuestra invención en una empresa financieramente sostenible", afirma Poderyte.

   Grandes cantidades de plástico PET se acumulan en nuestros océanos, dañando los ecosistemas y descomponiéndose en microplásticos, cuyas consecuencias aún se desconocen. Ese tipo de plástico es ideal para esta tecnología, según los investigadores.

   "Si logramos obtener el plástico PET altamente descompuesto que flota en los océanos del mundo, será un recurso valioso para nosotros, ya que es ideal para suprarreciclaje con nuestro método", afirma Poderyte.

   Los investigadores esperan que su invento pueda ayudar a cambiar radicalmente la forma en que consideramos los problemas climáticos y ambientales como problemas separados.

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