Bangkok y Nom Pen cruzan acusaciones sobre la responsabilidad del primer ataque y aseguran que responden a una "agresión"
MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
Tailandia y Camboya han intercambiado disparos este jueves en una zona fronteriza en disputa, incluidos bombardeos por parte del Ejército tailandés contra el país vecino y ataques con artillería por parte de las tropas camboyanas que habrían dejado al menos un muerto en una localidad tailandesa.
Los enfrentamientos han estallado horas después de que Tailandia anunciara una reducción de sus lazos diplomáticos con Camboya tras denunciar que cinco soldados resultaron heridos a causa de la explosión de una mina antipersona en la provincia limítrofe de Ubon Ratchathani (este), después de meses de tensiones en la frontera.
Inmediatamente después del inicio de los enfrentamientos, las autoridades tailandesas y camboyanas han emitido comunicados acusándose mutuamente de haber abierto fuego primero, con la oficina del primer ministro tailandés asegurando que Nom Pen "disparó primero y envió drones a territorio tailandés para provocar" y el Ministerio de Defensa camboyano argumentando que actúa "en defensa propia" tras una violación de los acuerdos por parte de Bangkok.
Así, el portavoz del primer ministro de Tailandia, Jirayu Huangtrakul, ha denunciado que los ataques camboyanos han dejado un civil muerto y al menos tres heridos en Phanom Dong Rak, entre ellos un niño de cinco años, antes de especificar que las fuerzas de seguridad han evacuado a la población "a zonas seguras" por estos combates, que dejan además siete soldados heridos.
"El Ejército tailandés sigue respondiendo para proteger la soberanía del país", ha recalcado, al tiempo que ha señalado que el primer ministro en funciones, Phumatham Vejayachai, ha dado orden de "preparar las pruebas para presentar protestas ante diversas organizaciones sobre la violación cometida contra Tailandia", según un comunicado en la red social Facebook.
El Ministerio de Exteriores tailandés ha "condenado en los términos más firmes" las "violaciones de la soberanía de Tailandia y el Derecho Internacional" por parte de Camboya y ha acusado al país vecino de "colocar minas antipersona en territorio tailandés" que dejaron varios militares heridos durante dos patrullas el 16 y el 23 de julio.
"Durante la mañana del 24 de julio se realizaron disparos con artillería pesada contra una base militar tailandés, algo que continuó durante la mañana. Los ataques alcanzaron también zonas civiles tailandesas, incluido un hospital, causando víctimas mortales y heridos entre los civiles", ha dicho, antes de reclamar a Nom Pen que "cese estos repetidos actos, que constituyen una grave violación del Derecho Internacional".
"Tailandia insta a Camboya a asumir la responsabilidad de los incidentes ocurridos, a cesar los ataques contra objetivos civiles y militares y a poner fin a todas las acciones que violen la soberanía de Tailandia", ha manifestado Bangkok, que ha advertido de que "está dispuesto a intensificar sus medidas de autodefensa si Camboya persiste en sus ataques armados y violaciones de la soberanía de Tailandia".
Por su parte, el Ministerio de Defensa camboyano ha denunciado una "agresión militar brutal e ilegal" por parte de Tailandia y ha dicho que estas acciones suponen "una grave violación de la soberanía y la integridad territorial" del país asiático, al tiempo que ha incidido en que las fuerzas tailandesas "violaron los acuerdos existentes" al entrar en el templo de Ta Mone Thom para instalar alambre de espino.
La cartera ha subrayado que, tras ello, el Ejército tailandés operó con drones en la zona y abrió fuego contra las tropas camboyanas desplegadas en el área del templo, antes de destacar que las tropas de Tailandia han realizado también bombardeos, algo confirmado por el viceportavoz del Ejército de Tailandia, Ritcha Suksuwanon, según el diario 'The Bangkok Post'.
Por ello, el Ministerio de Defensa de Camboya ha resaltado que "en respuesta a la agresión, las Fuerzas Armadas camboyanas ejercieron su derecho a la legítima defensa desde el territorio soberano de Camboya" y ha esgrimido que "el uso de armamento pesado por parte de Tailandia y su excesivo despliegue de tropas y su incursión en territorio camboyano es una clara violación de la Carta de Naciones Unidas".
En esta línea, el Ministerio de Exteriores camboyano ha hablado de "ataques no provocados, premeditados y deliberados" por parte de Tailandia y ha resaltado que los mismos han alcanzado además la zona del templo de Ta Krabey y Mom Bei, en las provincias de Preah Vihear y Oddar Meanchey (oeste), lo que ha descrito como "un acto de agresión" y "una grave violación del Derecho Internacional".
"Esta agresión militar no provocada no solo pone en peligro la paz y la estabilidad a lo largo de nuestra frontera común, sino que también demuestra un total desprecio por las normas regionales y las obligaciones jurídicas internacionales", ha dicho, antes de pedir a Bangkok que "cese de inmediato todas las hostilidades, retire sus fuerzas a su lado de la frontera y se abstenga de cualquier nueva provocación que pueda agravar la situación".
"Camboya reafirma su firme compromiso con la paz, el diálogo y la resolución pacífica de controversias. Sin embargo, también se reserva su derecho inherente a la legítima defensa, reconocido en el Artículo 51 de la Carta de la ONU, y adoptará todas las medidas necesarias para proteger su soberanía, integridad territorial y la seguridad de su pueblo", ha zanjado.
El primer ministro camboyano, Hun Manet, ha enviado una carta al presidente rotatorio del Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar las acciones de Tailandia y reiterar que "las tropas camboyanas no tuvieron otra opción que responder en legítima defensa para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de Camboya", según la misiva, publicada en su cuenta en Facebook.
Además, ha reseñado que las tensiones bilaterales derivan de "la insistencia de Tailandia en reclamar su soberanía sobre zonas fronterizas a través del uso de un mapa dibujado de forma unilateral y que carece de base legal", hecho que llevó a Nom Pena a enviar el caso en junio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), fuente de tensiones ante la exigencia de Bangkok de resolver el asunto de forma bilateral.
"Como pretexto para su agresión armada, Tailandia ha formulado además acusaciones infundadas contra Camboya en relación con la explosión de una mina después de que el personal tailandés se desviara de las rutas de patrulla previamente coordinadas entre los dos países y creara un nuevo camino en los territorios camboyanos, zona conocida por ser un documentado campo de minas", ha zanjado.
Ante esta situación, la Embajada de Tailandia en la capital camboyana ha pedido a los tailandeses presentes en el país que abandonen el territorio "lo antes posible" ante un posible recrudecimiento de los enfrentamientos, dado que "es posible que se prolonguen y se recrudezcan.
Además, Hun Sen, antiguo ex primer ministro de Camboya, padre del actual mandatario y aún considerado 'hombre fuerte' del país, ha acusado a Tailandia de iniciar los ataques y ha argumentado que "el Ejército camboyano no tuvo otra opción que responder y luchar". "Pido a los ciudadanos que confíen en el Gobierno y en nuestras Fuerzas Armadas, que luchan en el frente para proteger la integridad del territorio", ha destacado.
Las relaciones entre las partes se han deteriorado después de que el pasado 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades del templo de Preah Vihear --bajo soberanía camboyana, según la CIJ--, situado en una zona en disputa entre los dos países, sin que los contactos desde entonces para reducir las tensiones hayan llegado a buen puerto.
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