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Una tesis de la UGR (Granada) revela desequilibrios en la dieta y riesgo cardiometabólico en adolescentes de Melilla

GRANADA 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una investigación de la Universidad de Granada (UGR) ha revelado datos inéditos sobre los hábitos alimentarios de 602 adolescentes melillenses, de entre 15 y 17 años. El estudio detecta un consumo elevado de alimentos ultraprocesados --de tres a cuatro veces superior en el caso de los jóvenes musulmanes--, así como un patrón dietético desequilibrado, con un exceso de proteínas, grasas y grasas saturadas, junto a deficiencias significativas en fibra, vitaminas y minerales. Además, pone de manifiesto una baja adherencia a la dieta mediterránea y advierte de un riesgo cardiometabólico entre los adolescentes de la ciudad.

Según ha informado la institución académica en una nota, Miriam Mohatar, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud de Melilla, ha afirmado este trabajo como tesis doctoral, dirigida por el catedrático Emilio González Jiménez y la profesora Carmen Enrique Mirón. El estudio también ha evaluado el nivel de actividad física, que resulta ser bajo y similar en chicos y chicas, aunque no se ha encontrado una relación directa con el consumo de ultraprocesados, sí se ha asociado con indicadores de riesgo cardiometabólico.

En cuanto al perfil metabólico, se han encontrado alteraciones significativas en marcadores lipídicos (niveles elevados de triglicéridos, colesterol VLDL y LDL, y ratio CT/HDL) y en parámetros inflamatorios, especialmente en chicas musulmanas, lo que sugiere un "riesgo aumentado" de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.

La tesis pone de manifiesto que los factores socioculturales y la religión, en particular, desempeñan un papel "clave" en los hábitos alimentarios y el estilo de vida de los adolescentes participantes. Las diferencias que descubre la investigación se resumen en que "los chicos presentan mayor adiposidad central, mientras que las chicas musulmanas tienen mayor masa grasa total y un perfil lipídico más desfavorable".

De este modo, se expone que "los escolares musulmanes consumen más calorías diarias, más bebidas azucaradas y energéticas, y tienen mayor prevalencia de inflamación sistémica". "Estas diferencias se traducen en el riesgo de desarrollar prediabetes y enfermedades cardiovasculares a edades tempranas", según muestra el estudio.

En el contexto multicultural de Melilla se observa que los adolescentes musulmanes "tienden a consumir una cantidad superior de alimentos altamente procesados". "Esto se relaciona con costumbres culturales propias de la comunidad musulmana, como celebraciones religiosas que pueden favorecer la ingesta de productos con elevado contenido calórico y azucarado, así como el uso de alimentos y platos más densos energéticamente".

Además, "la religión influye indirectamente en la calidad global de la dieta y en la adopción de patrones de actividad física, lo que contribuye a establecer perfiles de riesgo cardiometabólico diferenciados según sexo y religión", ha detallado la investigadora Mohatar, perteneciente al Departamento de Enfermería.

Por tanto, el estudio expone que la cultura y la religión "no solo condicionan las preferencias a la hora de comer, sino que también impactan en la salud metabólica y cardiovascular de los adolescentes". La investigadora también propone métodos para mejorar los hábitos de alimentación de esta población joven: programas de promoción saludable y educación nutricional que contemple la diversidad cultural y religiosa de la población escolar. Una correcta planificación educativa fomenta la adherencia a la dieta mediterránea, reduciendo el consumo de ultraprocesados.

"Las intervenciones adaptadas que implican a familias, centros escolares y ciudad autónoma ayudan a corregir los hábitos, incluyendo estrategias específicas para monitorizar factores de riesgo metabólico y educar desde edades tempranas", ha concluido Mohatar.

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Aixo el comentari de resposta.
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