MADRID 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

España cuenta con miles de bares repartidos por todo el territorio, pero hay municipios donde esta presencia es especialmente llamativa. Es el caso de un pueblo español que destaca por una proporción poco habitual: un bar por cada 64 habitantes, una cifra muy por encima de la media nacional y que lo sitúa entre las localidades con mayor densidad de establecimientos de este tipo por persona.

A modo de comparación, en el conjunto de España existe aproximadamente un bar por cada 207 habitantes, según un análisis de Accumin Intelligence, que incluye en este recuento cafeterías, heladerías y restaurantes.

Lejos de las grandes capitales, este liderazgo no corresponde ni a Madrid ni a Barcelona. Según el estudio, Calvià, en las Islas Baleares, encabeza la clasificación con 15,7 bares por cada 1.000 habitantes, una proporción que explica su elevada densidad de locales de hostelería. Tras este municipio mallorquín se sitúan otros destinos turísticos como Ibiza y San Bartolomé de Tirajana, en Canarias, también con ratios muy superiores a la media nacional.

El estudio indica que Calvià cuenta con un total de 846 locales de hostelería, lo que la sitúa como la ciudad española con más bares por habitante.

En época estival, el municipio mallorquín puede cuadruplicar a su población, con más de 273.000 visitantes frente a unos 54.000 habitantes censados, según datos del Ayuntamiento.

Además, el turismo británico --uno de los mercados principales del municipio-- ha mostrado una alta tasa de repetición, lo que evidencia la fidelidad de muchos viajeros y su atractivo más allá de la temporada alta.

Calvià no solo destaca por su alojamiento y bares, sino también por su amplia oferta de actividades y espacios al aire libre. El municipio cuenta con playas de gran calidad como Magaluf, Palmanova o Santa Ponça, que combinan arena fina y aguas cristalinas con paseos marítimos y zonas deportivas.

A esta oferta se suma su patrimonio histórico. En su término municipal se concentra una de las mayores densidades de yacimientos arqueológicos de Baleares, con más de un centenar de puntos catalogados que abarcan desde cuevas de la Edad del Cobre hasta restos talayóticos y romanos. Entre los enclaves más conocidos destacan el parque arqueológico del Puig de sa Morisca y diversas estructuras conservadas en la zona de Santa Ponça.

A ello se añaden rutas de senderismo y espacios naturales, como los que atraviesan la Sierra de Na Burguesa, ideales para quienes buscan alternativas al turismo de sol y playa. Esta combinación de ocio, cultura y naturaleza contribuye a que la vida en el municipio resulte atractiva tanto para residentes como para turistas durante todo el año.