SEVILLA 14 Dic. (EUROPA PRESS) -El violinista londinense Daniel Rowland ha expresado su especial ilusión por debutar en Sevilla con su próximo concierto en el Cartuja Center, el martes 16 de diciembre, con su obra 'Vive Vivaldi'. "Sevilla es una ciudad icónica y bellísima, tan rica en tradiciones musicales", ha señalado el artista, que con este concierto pretende acercar la música clásica contemporánea al público andaluz.
En una entrevista con Europa Press, Rowland ha explicado que visitó Sevilla hace muchos años, aunque nunca había actuado en la ciudad, sí lo había hecho en otras ciudades de España, tanto con el Brodsky Quartet como en su carrera como solista. Sobre su concierto en la capital hispalense, ha señalado que espera que el público "salga sintiéndose vigorizado, emocionado, lleno de energía y profundamente conmovido, con ganas de contar a otros lo viva que puede ser la música clásica contemporánea".
El violinista también ha confesado su deseo de asistir a un espectáculo de flamenco durante su estancia en Sevilla. "De joven viví varios años en Lisboa y me cautivó el mundo del fado. Aunque flamenco y fado son muy distintos, comparten raíces profundas dentro de su cultura", ha explicado. "Cuando uno piensa en Sevilla es difícil no pensar en el flamenco", ha añadido, mostrando su entusiasmo por descubrir esta expresión musical en vivo.
El artista ha confesado que desde su infancia ha sentido una profunda admiración por 'Las Cuatro Estaciones' de Vivaldi, una obra "única por su energía, su colorido, su virtuosismo y su increíble originalidad". Así, ha recordado que su primer debut, a los doce años, tuvo lugar en el Concertgebouw de Ámsterdam interpretando el 'Verano' de 'Las Estaciones', y que en aquella ocasión su padre, compositor, creó una pieza contemporánea como complemento titulada 'Summer Music'.
Rowland ha explicado que, desde hace unos 40 años, Vivaldi ha sido una "parte esencial" de su vida musical, lo que le ha llevado a buscar siempre obras contemporáneas que dialoguen con él, obras que "se inspiren en su imaginación, sus colores, su energía y sus emociones, y que las trasladen a nuestro tiempo". En este sentido, ha destacado que 'Seasons' de Max Richter y 'American Seasons' de Philip Glass como "dos obras maestras contemporáneas que lo consiguen de manera brillante".
Sobre estas composiciones, ha señalado que lo que más le atrae es "el enorme respeto que muestran hacia Vivaldi, sin dejar de ser completamente ellos mismos". En este sentido, ha explicado que "Philip Glass utiliza su estilo hipnótico característico para dibujar cuatro estaciones de nuestro tiempo, mientras que Max Richter cita y transforma directamente a Vivaldi, llevándolo hacia la cultura pop y un romanticismo profundo".
Rowland ha reconocido que, si pudiera conocer a un solo compositor, sería Beethoven, considerado junto con Bach "el gigante más grande de todos". Sin embargo, ha confesado que "sería increíble tener el lujo de compartir escenario con Mozart, Beethoven, Chaikovski, Mahler, Korngold o Stravinsky, por nombrar solo a algunos a quienes me encantaría conocer".
Sobre la reinterpretación de las piezas en 'Vive Vivaldi', ha indicado que "lo esencial es abordarlas como si se hubieran escrito ayer. Hay que sacar todos sus colores, todas sus imágenes, y tocarlas con la mayor vitalidad posible, completamente en el momento". En su experiencia, "la música de ambos compositores realmente cobra vida cuando se interpreta con entrega total y una fe absoluta en su belleza".
En este sentido, Rowland ha explicado que en varias ocasiones ha interpretado 'Las Cuatro Estaciones' de Vivaldi junto a numerosos homenajes contemporáneos. "La música de Vivaldi es tan fresca e imaginativa que nunca envejece, y los compositores actuales se inspiran constantemente en esa energía", ha destacado, añadiendo que "todas estas obras hablan del planeta, del clima, de las alegrías y peligros de la naturaleza; estas imágenes inspiran a los compositores a crear música extraordinariamente viva, y eso es precisamente lo que me atrae tanto".
De todas 'Las Estaciones' de Vivaldi, Rowland ha destacado que 'Otoño' es, para él, "el movimiento técnicamente más difícil" de interpretar. Sin embargo, en la combinación Glass-Richter, ha señalado que "el último movimiento de Philip Glass es quizá el más exigente: virtuosístico, implacable y rapidísimo, con un ritmo que impulsa la música hacia un clímax enorme".
En este sentido, ha añadido que, "en cuanto a lo emocional, el movimiento lento de Glass resulta especialmente bello y poético. En la obra de Richter, hay numerosos momentos conmovedores, especialmente en los movimientos lentos de 'Primavera' y 'Verano'. En 'Invierno', Richter toma la melodía serena de Vivaldi y la transforma en algo inquietante, conmovedor y ligeramente perturbador".
Asimismo, Rowland ha subrayado que 'Vive Vivaldi' permite "una conexión directa con el público", ya que los músicos tocan de pie como orquesta de cámara, generando "un contacto muy vivo entre nosotros" que potencia la transmisión de la música con gran fuerza.
En este contexto, Rowland ha destacado que 'Vive Vivaldi' "acerca enormemente la música clásica al público actual, mostrando lo vibrante, colorida, emocional, sensual, hipnótica y emocionante que puede ser la música contemporánea". Además, ha subrayado que "tanto la obra de Glass como la de Richter son piezas magníficas, con elementos de cultura pop entrelazados", agregando que cree que "gustarán tanto a quienes nunca asisten a conciertos como a los melómanos habituales".
El violinista también ha reflexionado sobre la relación del público español con el Barroco. "Hace poco, en Italia, mientras grabábamos Paganini, hablábamos de Scarlatti, que pasó gran parte de su vida en España, y de Boccherini, cuya música está llena de color español", ha explicado. "Aunque no soy un experto en Barroco español, me fascinan sus ritmos y su carácter, y es emocionante llevar esta música al corazón de Andalucía", ha apostillado.
Rowland ha revelado que le atrae mucho el formato 'play-conduct', ya que "permite una comunicación muy directa con todos los músicos". Sin embargo, ha indicado que, aunque "trabajar con un director puede ser muy inspirador, dirigir un conjunto como Stift Festival Orchestra genera una energía muy especial". Al respecto, ha explicado que el 'play-directing', que se aplicará en Sevilla, "aporta una vitalidad única".
En cuanto a su trayectoria profesional, Rowland ha explicado que siempre ha sido "multifacética", detallando que disfruta tanto de tocar como solista como de liderar cuartetos y recordando que durante muchos años dirigió el Brodsky Quartet en Londres, con el que actuó con frecuencia en España. Además, ha señalado que le apasiona trabajar con compositores contemporáneos y que ha mantenido colaboraciones estrechas con Osvaldo Golijov, Peteris Vasks, Roxanna Panufnik y Olli Mustonen, entre otros.
En esta línea, ha subrayado que lo que más le entusiasma es "actuar como solista-director con una orquesta de cámara", formato que el público podrá disfrutar en Sevilla: un conjunto de unos quince músicos con él en el centro, comunicándose directamente y "sacando toda la gama de colores y emociones de estas obras maestras contemporáneas".
Por último, ha adelantado algunos de sus próximos proyectos, entre ellos nuevas grabaciones de obras de Osvaldo Golijov y Peteris Vasks. El próximo año, además, interpretará los conciertos para violín de Alban Berg y Korngold. También tiene previstas actuaciones como solista en Chile y en Estados Unidos.
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