MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El aeropuerto de la capital de Sudán, Jartum, ha sido objetivo de un ataque con drones por cuarto día consecutivo, en el marco de una oleada de ataques por parte de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra las instalaciones, que el miércoles reiniciaron operaciones por primera vez desde el estallido de la guerra civil en abril de 2023.

Fuentes del Aeropuerto Internacional de Jartum han indicado en declaraciones al portal de noticias Sudan Tribune que los sistemas de defensa antiaérea lograron repeler el ataque, sin impactos en las instalaciones, mientras que testigos han confirmado que en la zona se escucharon explosiones derivadas de las interceptaciones.

El aeropuerto suspendió operaciones a raíz del inicio de la guerra entre el Ejército y las RSF, que en un primer momento se hicieron con su control junto a la mayoría de la capital. Sin embargo, una contraofensiva permitió a las Fuerzas Armadas recuperar la ciudad en marzo, momento desde el que ha intentado restablecer la normalidad en Jartum.

Por otra parte, al menos cinco civiles murieron y otros diez resultaron heridos el jueves en un ataque perpetrado con drones por las RSF contra un mercado de la ciudad de El Fasher, capital de Darfur Norte (oeste) y bajo cerco de los paramilitares desde hace más de 500 días, lo que ha causado una grave crisis humanitaria en la zona.

En este contexto, el Consejo Soberano de Transición, encabezado por el jefe del Ejército, Abdelfatá al Burhan, ha negado "de forma categórica" las informaciones publicadas durante los últimos días por algunos medios sobre la existencia de "negociaciones directas o indirectas" con el grupo, encabezado por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido popularmente como 'Hemedti'.

"Estas informaciones son totalmente falsas. La posición del Estado es firme y clara sobre cualquier diálogo o acuerdo y pasa por el compromiso con una solución nacional que preserve la soberanía, la unidad, la estabilidad y los derechos del pueblo sudanés", ha afirmado en un comunicado, publicado por el Ejército sudanés a través de su cuenta en la red social Facebook.

La guerra civil estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.

El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.