ZARAGOZA 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un equipo internacional formado por 16 investigadores de España, Reino Unido, Francia y Estados Unidos, liderados por Juan Pedro Rodríguez-López, del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA) de la Universidad de Zaragoza (Unizar), ha constatado la existencia de una glaciación en los acantilados de Bizkaia durante el Cretácico --hace 82,8 a 80,96 millones de años--, que obliga a replantearse los modelos climáticos del pasado al tratarse de latitudes "extremadamente bajas".

Así, este descubrimiento rompe con una idea muy arraigada en la comunidad científica: la de que durante el Cretácico, y en general durante el Mesozoico --252 a 66 millones de años--, la Tierra vivía en un estado de 'superinvernadero', con un clima extremadamente cálido y libre de hielo en el que se habrían alcanzado alguna de las temperaturas más altas de la historia del plantea, ha informado Unizar.

La Glaciación de Barrika, identificada en los acantilados vizcaínos, revela evidencias irrefutables de 'tidewater glaciers' o 'glaciares de marea' en una latitud muy baja, alrededor de 35°N, justo en un periodo que los modelos sitúan como uno de los más cálidos de todo el Mesozoico.

Se trata de glaciares cuyos frentes de hielo desembocaron directamente en el océano durante 1,84 millones de años, permitiendo que grandes icebergs se desprendieran directamente del frente de los glaciares hacia el agua marina. Estos bloques de hielo y la propia dinámica de los glaciares dejaron depósitos glaciomarinos en el norte de Iberia entre 82.8 y 80.96 millones de años atrás.

"No se habían encontrado evidencias de glaciares llegando al mar a estas latitudes desde el 'icehouse' del Carbonífero-Pérmico --hace 300-255 millones de años--, ha indicado Juan Pedro Rodríguez-López, quien ha explicado que, en el caso de Barrika, el hallazgo supone "un cambio de paradigma que obliga a cuestionar la base misma de los modelos paleoclimáticos, al menos para el Mesozoico".

El descubrimiento, realizado en el marco del proyecto DEEPICE, contradice frontalmente la visión de un planeta sin hielo durante el Cretácico, un período en el que las temperaturas globales se han modelizado cercanas a sus máximos históricos. "Los datos que se han documentado en Barrika obligan a una reevaluación profunda de los indicadores paleoclimáticos utilizados actualmente y sugieren que las herramientas geoquímicas que se utilizan para reconstruir las temperaturas del pasado pueden haber sobrestimado sistemáticamente las paleotemperaturas del Cretácico", ha afirmado el investigador.

Esto es relevante porque de la comprensión de estos eventos pasados depende críticamente la precisión de las proyecciones futuras de cambio climático global.

De esta manera, el estudio de Barrika proporciona datos críticos para refinar los modelos paleoclimáticos globales y comprender la respuesta del sistema terrestre ante condiciones de calentamiento global extremo.

Estos hallazgos se enmarcan en el proyecto DEEPICE, dedicado al estudio de la evolución del clima a lo largo de la historia de la Tierra, financiado por el Gobierno de Aragón a través de una ayuda de inicio a la investigación ARAID.

Este proyecto está diseñado para documentar sistemas criosféricos desconocidos durante los periodos que han sido modelizados o categorizados como 'supregreenhouse', greenhouse o de invernadero.

El afloramiento de Barrika, a solo 16 kilómetros al norte de Bilbao, no solo ofrece uno de los mejores registros glaciomarinos preservados en la Tierra, sino que servirá como referencia global para la sedimentología glacial y como análogo terrestre para el estudio de lunas y planetas helados.

Este hallazgo ha sido posible gracias a la colaboración internacional entre investigadores de la Fundación ARAID, la Universidad de Zaragoza, la Universidad del País Vasco, la Universidad de Jaén, la Universitat de Barcelona, la Universidad Autónoma de Madrid, la University of Sussex, la University of St Andrews, el European Synchrotron Radiation Facility (ESRF) en Grenoble, Middlebury College en Vermont y la University of California Santa Barbara.

Esta colaboración ha permitido el uso de una metodología 'multiproxy' de vanguardia para caracterizar la Glaciación de Barrika, integrando análisis sedimentológicos de alta resolución, bioestratigrafía con nanofósiles calcáreos, microscopía electrónica de barrido, micro y nano-tomografía de rayos X y geocronología U-Pb en calcitas realizadas en dos laboratorios de Estados Unidos. Este enfoque establecerá nuevos estándares internacionales para la identificación de glaciaciones crípticas durante todo el Mesozoico.