MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

Con la llegada de los meses de invierno, viajar más allá del Círculo Polar Ártico se ha vuelto más fácil que nunca. En apenas unas horas, los viajeros pueden aterrizar en la tierra de Papá Noel, las auroras boreales y los paisajes blancos que parecen sacados de un sueño.

En apenas cinco días, este itinerario propuesto por Civitatis combina la aventura, la tradición y la desconexión en entornos naturales de ensueño. Desde cruzar el mítico Círculo Polar Ártico y conocer al propio Papá Noel en Rovaniemi, hasta vivir la emoción de un paseo en trineo tirado por perros, pasando por caminatas con raquetas de nieve, pesca en el hielo y la visita a las esculturas de hielo en las cascadas congeladas de Korouoma.

Laponia es el destino perfecto para quienes buscan una escapada diferente en estos meses de noviembre y diciembre: un viaje que mezcla aventura, desconexión y espíritu navideño y para el que Civitatis tiene muchas opciones.

Día 1.En el corazón de la Navidad: el Pueblo de Papá Noel

El viaje comienza en Rovaniemi, capital de la Laponia finlandesa y hogar oficial de Santa Claus. Aquí los viajeros pueden cruzar el mítico Círculo Polar Ártico, enviar postales con el sello más especial del mundo y, por supuesto, conocer en persona al mismísimo Papá Noel.

Todo ello rodeado de luces, abetos nevados y la calidez de los talleres donde los elfos preparan la Navidad durante todo el año. Esta atmósfera mágica se completa con la visita a la oficina de correos principal, donde millones de cartas de todo el mundo esperan ser clasificadas, ofreciendo una visión tangible del trabajo incansable que impulsa la ilusión global.

Día 2. Trineo de huskies bajo la aurora boreal

Nada define mejor la esencia del invierno ártico que un paseo en trineo tirado por perros husky. Con la nieve crujiente bajo los patines y el aire helado en el rostro, los viajeros recorren paisajes que parecen infinitos.

Al caer la noche, el cielo se tiñe de verdes y violetas, y las auroras boreales comienzan su danza luminosa sobre los abetos. Una experiencia tan emocionante como inolvidable.

Los comandos del musher (guía de trineo) resuenan en la quietud, mientras la energía y la alegría de la manada guían la travesía, creando un vínculo profundo entre el humano, el animal y la naturaleza salvaje del norte.

Día 3.Aventura ártica: raquetas de nieve y pesca en el hielo

Laponia también se disfruta a ritmo lento.Una caminata con raquetas de nieve permite adentrarse en bosques silenciosos y lagos helados donde reina la calma.

Después, llega el turno de una tradición local: la pesca en el hielo. Abrir un agujero en la superficie congelada del lago y esperar, rodeado por un paisaje blanco y puro, se convierte en un momento de desconexión total.

La recompensa no es solo la posible captura de un pez ártico, sino la oportunidad de compartir historias alrededor de un pequeño fuego o una bebida caliente, integrándose en la vida cotidiana de los lapones y apreciando su resiliencia ante el frío.

Día 4. Naturaleza en estado puro: las cascadas congeladas de Korouoma

El Parque Natural de Korouoma es uno de los secretos mejor guardados del norte de Finlandia. En invierno, sus cascadas se transforman en imponentes esculturas de hielo que parecen talladas a mano. Esta excursión a las cascadas congeladas combina senderismo, fotografía y un contacto directo con la belleza salvaje del Ártico.

Los escaladores experimentados encuentran en estas paredes de hielo un desafío único, mientras que los senderistas se maravillan ante los cañones profundos que protegen estas formaciones, un testimonio de la fuerza geológica y la paciencia del invierno.

Día 5. Paseo en trineo de renos: la tradición más pura

Envueltos en mantas de lana y acompañados por el suave tintinear de las campanillas, los viajeros recorren los paisajes nevados en trineo tirado por renos. Un paseo que parece detener el tiempo y devuelve la calma más genuina del invierno.

Al concluir la jornada, los viajeros son a menudo invitados a una kota (tienda tradicional sami) para compartir un almuerzo o cena con el pastor, donde se aprende sobre el Sámi Duodji (artesanía tradicional) y la íntima relación de su cultura con el reno y la tierra ártica.