
En el abrazo infinito del océano Atlántico, el archipiélago de las Azores susurra historias de belleza virgen y secretos ancestrales. En la isla de São Miguel, donde colinas esmeralda se encuentran con aguas zafiro, la ciudad de Ponta Delgada se erige como la vibrante puerta de entrada a este paraíso portugués.
Aquí, la marca Mercure del grupo Accor ha presentado su última joya: el Mercure Ponta Delgada Azores, un hotel que no solo ofrece una estancia, sino una inmersión profunda en el alma de la isla, guiada por la filosofía Discover Local. Más que un hotel, es un portal hacia las Azores auténticas, donde historia, naturaleza y cultura se entrelazan para crear un viaje inolvidable.
Inspirada en Mercurio, el dios romano de los viajeros, la cadena Mercure transforma cada hotel en una invitación a descubrir la esencia de su destino. El Mercure Ponta Delgada Azores, inaugurado el pasado 16 de abril, encarna esta filosofía con pasión. Como el decimosexto establecimiento de Mercure en la península ibérica (8 en Portugal, 7 en España y 1 en Andorra), este hotel marca un hito para la marca, que celebró su 50 aniversario en 2023 y superó los 1.000 hoteles a nivel mundial en 2024.
Ubicado en el corazón de la principal arteria comercial de Ponta Delgada, a solo 10 minutos del aeropuerto, el hotel combina confort moderno con un espíritu aventurero. Sus 75 habitaciones están decoradas con detalles evocadores -maletas vintage, globos terráqueos, mapas desgastados y brújulas- que rinden homenaje a los primeros exploradores que pisaron estas tierras volcánicas.
Dos piscinas exteriores de agua salada brillan bajo el sol azoriano, mientras que un completo spa con piscina interior climatizada, sauna y baño turco ofrece un refugio de serenidad tras un día de exploración. Una sala de reuniones para 60 personas atiende a quienes combinan negocios y placer, pero es el compromiso del hotel con la cultura local lo que realmente lo distingue.
El programa Discover Local, iniciado por Mercure en 2019, es el latido de esta experiencia. Convierte el hotel en un puente cultural, conectando a los huéspedes con los artesanos, sabores y tradiciones de São Miguel. Desde el momento en que cruzas el umbral, las cálidas sonrisas del personal --auténticos embajadores de la isla-- te guían hacia joyas ocultas que solo los locales conocen permitiendo conocer la artesanía y el patrimonio culinario de la isla.
Ponta Delgada, la capital de las Islas Azores, es una ciudad donde la historia susurra desde cada adoquín. Fundada en el siglo XV, sus calles coloridas y edificios históricos -como la icónica iglesia de São Sebastião- narran historias de navegantes y colonos.
Más allá de la ciudad, São Miguel se despliega como una obra maestra de la naturaleza. Calderas exuberantes, fuentes termales humeantes y playas de arena negra atraen a los aventureros, mientras que las vibrantes fiestas y tradiciones artesanales cautivan a los amantes de la cultura.
El Mercure Ponta Delgada Azores es la base perfecta para explorar estos tesoros. El equipo del hotel ofrece recomendaciones personalizadas, asegurando que cada huésped sienta el pulso auténtico de la isla.
Entre las sugerencias destacadas está la visita a la Fábrica de Té Porto Formoso, donde el arte del cultivo del té -aprendido de maestros orientales- cobra vida. Los visitantes pueden degustar infusiones aromáticas en una cocina tradicional de São Miguel o en terrazas con vistas al Atlántico. Cada año, el primer sábado de mayo, la fábrica acoge una recreación histórica de la cosecha del té, con cientos de figurantes vestidos de época que dan vida al patrimonio de la isla.
Para probar el legado culinario de São Miguel, el hotel recomienda Queijadas da Vila en Vila Franca do Campo, una pastelería venerada que elabora artesanalmente las queijadas, un dulce local hecho con ingredientes frescos de la isla.
Por su parte, la Fábrica de Cerámica Vieira en Lagoa ofrece una ventana a 150 años de artesanía azoriana, donde piezas de cerámica pintadas a mano en el característico azul de las Azores reflejan el espíritu volcánico de la isla.
En el Bar Bruma del hotel, cuyo nombre evoca la neblina característica de la isla, el menú celebra los sabores locales. Cócteles elaborados con té de Gorreana y otros ingredientes regionales capturan la esencia de los paisajes brumosos de las Azores, mientras que los platos destacan la riqueza de la tierra y el mar. Abierto tanto a huéspedes como a locales, Bruma es un punto de encuentro vibrante donde la comunidad y los viajeros comparten historias acompañados de bebidas artesanales.
El Mercure Ponta Delgada Azores es más que un retiro moderno: es un capítulo en el pasado histórico de São Miguel. Ubicado en un edificio del siglo XVIII meticulosamente restaurado, el hotel da nueva vida a lo que fue la célebre Pensão Central, una institución querida que acogió a viajeros de todo el mundo desde la década de 1940 hasta su cierre en los años 90.
Construido originalmente como la residencia del comerciante Simão José Silveira, el edificio pasó a ser el hogar de su nieto, Manuel Inácio Rodrigo da Silveira, primer Barón de Nossa Senhora de Oliveira. Su esposa, la Baronesa D. Maria Isabel Gago da Câmara, fue una figura destacada en la sociedad azoriana, famosa por su elegancia y por haber bailado con el emperador de Brasil, Dom Pedro IV, en 1832. En 1901, desde uno de los balcones del edificio, ya anciana, lanzó flores al rey D. Carlos durante su visita real a las Azores, un gesto que el monarca respondió con un saludo.
Tras la muerte de la baronesa en 1906, sin descendencia, la propiedad cambió de manos hasta que, a finales de los años 30, se convirtió en la Pensão Central, reabriendo en 1947 con un 'servicio exquisito'. Durante décadas, la pensión fue un centro cultural, albergando eventos como el homenaje a la escritora y feminista Alice Moderno en 1937.
Un edificio con mucha historia de Accor ha restaurado con mimo siguendo criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, recuperando su elegancia y belleza original para renacer como el Mercure Ponta Delgada Azores.
La llegada de Mercure a São Miguel es más que una apertura hotelera: es una carta de amor a las Azores. Al promover a artesanos, productores y tradiciones locales, el hotel fomenta una conexión profunda entre los huéspedes y la comunidad.
Exposiciones temporales y colaboraciones con creadores locales convierten el hotel en una galería viva de la cultura azoriana, mientras que sus esfuerzos en sostenibilidad aseguran que la belleza natural de la isla se preserve para las generaciones futuras.
"Estamos listos para recibir a los visitantes con la calidez que define esta tierra", afirma Corneliu Popa, director general del Mercure Ponta Delgada Azores. La dedicación de su equipo a ofrecer experiencias auténticas y personalizadas garantiza que cada huésped se lleve un pedazo de las Azores en el corazón, ya sea el sabor de un cóctel con té de Gorreana, la textura de una cerámica artesanal o el recuerdo de una mañana brumosa en Porto Formoso.
Mientras Accor continúa su expansión, con planes para abrir seis hoteles más en la península ibérica entre 2026 y 2027, el Mercure Ponta Delgada Azores brilla como un faro de lo que el viaje puede ser: una experiencia que no sólo explora un destino, sino que se convierte en parte de su historia. Para quienes buscan el alma de las Azores, este hotel es la llave para descubrir sus tesoros, una autentica vivencia con sabor local.
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