MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -Guía Repsol ha premiado a 27 conventos de toda España por su tradición repostera en la última edición de Soteles Guía Repsol, que se centra en recomendaciones para celebrar las fiestas de Navidad.
La edición ha puesto su atención en los obradores de los conventos, "un sector muy específico de la repostería artesanal que no suele incluirse en las guías a pesar de su papel esencial" en la tradición, según señalan desde Guía Repsol.
De esta forma, un total de 27 conventos de doce congregaciones religiosas diferentes han sido reconocidos por primera vez con este distintivo.
Los obradores seleccionados están repartidos en once comunidades autónomas entre las que destacan Andalucía y Castilla y león como las regiones donde este tipo de dulces tienen más presencia.
Entre los conventos reconocidos están el Real Monasterio de la Madre de Dios de Santiago, el primero que se construyó en Granada, y el Convento de San José de las Carmelitas Calzadas, en la misma ciudad, donde las hermanas de origen filipino compaginan los dulces típidos de Navidad con platos de cocina asiática para llevar.
En la provincia de Málaga también hay dos conventos con Solete. El Monasterio de Jesús María del Socorro, en Archidona, es muy conocido por sus borrachuelos y sus quesitos de almendra, que también s evenden por internet. Por su parte, las Carmelitas Descalzas de Antequera, además de dulces, permiten visitar su museo conventual.
En el Monasterio de Santa Paula de Sevilla, las jerónimas son especialistas en elaboraciones frutales y en el de Santa Clara de la Columna, en Belalcázar (Córdoba) se elaboran cocadas, empiñonadas y nevaditos.
En algunos casos, son las religiosas inmigrantes quienes sostienen la tradición. En el Monasterio de San Cristóbal y Santa Rita, en Medina-Sidonia (Cádiz), donde una mayoría de monjas africanas elaboran dulces medievales, las hermanas explican que estos no les eran familiares, pero aprenden gracias a las hermanas de mayor edad y experiencia.
El mazapán tiene en Toledo su lugar insigne. Allí, reciben un Solete Guía Repsol las dominicas del Convento de Jesús María y las cistercienses del Convento de San Clemente donde, dicen, nació este dulce, y se vende desde principios del siglo XIII.
El listado de conventos reúne a varias órdenes, pero son las monjas clarisas quienes han recibido más distinciones, empezando por el Monasterio de Jesús Nazareno en Sisante (Cuenca). Las del Convento de Santa Isabel en Valladolid y las del Monasterio de Santa Clara (patrona del buen tiempo) en Soria, por ejemplo, confirman que hay órdenes con oficios muy arraigados y que la tradición de llevar huevos a estas monjas tiene su sentido (las novias se los ofrecen a Santa Clara para que haga buen tiempo el día de su boda).
En Palencia, las dominicas del Monasterio de Nuestra Señora de Piedad en Palencia elaboran empanadas, bollos de almendra y rosquillas de Santa Rosa.
Entre los Soletes también hay conventos que no solo elaboran repostería, como es el caso de Iesu Communio en Burgos, el instituto religioso donde centenares de jóvenes vestidas con hábito de tela vaquera también se dedican a la artesanía y a las flores preservadas.
La provincia de León ha recibido dos Soletes monacales, uno para el Monasterio de la Santa Cruz, en Sahagún, y otro para el Monasterio de Concepcionistas, situado en la capital y donde preparan más de 25 pastas típicas de León.
La ruta de cenobios castellanoleoneses culmina en el Convento de Santa María la Real de las Dueñas, en Zamora, famoso por sus rosquillas del Ángel, con azúcar, almendra y raspadura de limón.
En Aragón se encuentra el Convento de San José de Maluenda, ubicado en la provincia de Zaragoza, mientras que en Extremadura destacan tres representantes de la repostería local: el Convento de Santa Clara, en Llerena, (Badajoz); el Convento de San Pablo, en Cáceres, y el Convento de Nuestra Señora de la Salud en Garrovillas de Alconétar.
A orillas del Mediterráneo están las clarisas de Santa María de Jerusalén de Barcelona que perfuman el convento con el olor al azúcar de sus piruletas, a la almendra y el pistacho de sus rocas y al chocolate de sus alegrías.
En Murcia las concepcionistas del Convento de San Antonio se atreven con el panettone e incluso recibieron en 2021 el premio Panadería Artesana de España de parte de la revista The Corporate Live Wire.
En el norte de la península, dos hornos de clarisas han llamado la atención a los expertos de Guía Repsol: el Monasterio de Nuestra Señora del Pilar en Bilbao, con su amplia variedad de bizcochos por encargo, y la Repostería Fina Santa Clara en el municipio cántabro de Villaverde Pontones, que en estas fechas se fundamenta en el Roscón de Reyes.
Fuera de la península, han sido reconocidas las cocas de Nadal del Convento de Santa Magdalena en Palma de Mallorca y las típicas truchas de batata del Monasterio Cisterciense de Teror en Las Palmas.
Los Soletes una la calificación dirigida a esos rincones "con encanto y que se diferencian por su cercanía, por su propuesta apetecible y el buen ambiente".
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