MADRID 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) ha puesto en marcha la campaña 'Dan la lata, no alas', una iniciativa financiada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 que busca alertar sobre el creciente consumo de bebidas energéticas entre adolescentes y jóvenes.

Según los últimos datos manejados por la confederación, casi la mitad de los adolescentes consume estas bebidas de forma regular, y el primer contacto se produce ya entre los diez y los doce años, una edad en la que la exposición a altas dosis de cafeína, azúcar y estimulantes supone un riesgo real para la salud.

"No podemos normalizar que un menor tome el equivalente a tres cafés de golpe en una sola lata. Las familias necesitan información clara para poder proteger a sus hijos e hijas. Esta campaña nace para abrir los ojos y recordar que la primera barrera de protección está en casa", afirma la presidenta de CEAPA, María Sánchez.

Las familias alertan de que España se sitúa por encima de la media europea en consumo de bebidas energéticas entre menores, "un fenómeno que ya está dejando consecuencias visibles: insomnio, cansancio crónico, ansiedad, irritabilidad, además de peores resultados académicos".

Asimismo, recuerdan que estudios recientes confirman que el consumo frecuente afecta directamente a la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje.

CEAPA alerta también de que estas bebidas "generan dependencia, provocan síntomas de abstinencia y, en muchos casos, actúan como puerta de entrada al consumo de otras sustancias". Actualmente, el 19,5% de los adolescentes ya las mezcla con alcohol.

Además de los riesgos físicos y psicológicos -taquicardias, hipertensión, ansiedad, agresividad o depresión-, el consumo habitual está generando un deterioro en la convivencia familiar: falta de sueño, irritabilidad, discusiones constantes, gasto económico y un incremento de visitas al médico por síntomas relacionados.

"Lo que la publicidad vende como 'alas' es en realidad un problema que familias y centros educativos están sufriendo día a día", subraya María Sánchez.

La campaña recuerda que las familias tienen la capacidad de actuar incluso antes de que existan prohibiciones en todas las comunidades autónomas. Galicia ya ha vetado su venta a menores de 18 años y Asturias tramita una ley para limitarla a menores de 16, mientras otras siete autonomías estudian medidas similares.

CEAPA propone a las familias identificar las señales de consumo (insomnio, irritabilidad, bajo rendimiento escolar); hablar con datos reales, desmontando mitos publicitarios; establecer límites claros, evitando su compra y promoviendo alternativas saludables, y dar ejemplo, evitando consumirlas en casa. "Cuando una familia decide 'no compro', está protegiendo. Ese gesto es hoy más necesario que nunca", destaca la presidenta de CEAPA.