MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Plan International está dando respuesta a la emergencia causada por los dos poderosos tifones que han golpeado Filipinas en menos de una semana, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares, con especial hincapié en apoyar a los niños, niñas y familias afectadas por esta devastación.
En concreto, se trata del supertifón 'Fung-Wong' que tocó tierra en la costa este de Filipinas el pasado 9 de noviembre, con vientos de hasta 215 kilómetros por hora (km/h) y lluvias torrenciales. Además, esta tormenta ha provocado graves inundaciones, cortes de electricidad y mortales deslizamientos de tierra en varias provincias, por lo que decenas de miles de familias se han visto obligadas a huir y las aldeas más cercanas a la costa han quedado sumergidas.
En este contexto, la ONG asegura que tanto las autoridades locales como las organizaciones humanitarias están trabajando "contrarreloj" para llegar a las zonas afectadas, pero los caminos bloqueados y la falta de comunicaciones están dificultando "gravemente" las operaciones de rescate, dejando a numerosas comunidades aisladas.
Este último desastre ha golpeado el país apenas unos días después del paso del tifón 'Kalmaegi', que atravesó la región central de Visayas, que dejó casi 200 fallecidos y destruyó miles de viviendas. Así, pueblos enteros han quedado arrasados, cultivos devastados y la infraestructura esencial quedó inutilizada. Además, 'Kalmaegi' se extendió más allá de Filipinas y causó más víctimas mortales al avanzar sobre el norte de Vietnam.
Una de las ciudadanas de Southern Leyte, una de las provincias más afectadas por el tifón 'Kalmaegi' el pasado martes por la mañana, Mary Ann, ha agradecido haber evacuado a tiempo. "No sabíamos si tendríamos un lugar al que regresar. No sabemos de dónde sacaremos los materiales para reconstruir nuestra casa. Ahora solo esperamos recibir suministros básicos como alimentos y agua, especialmente porque tengo un bebé de cinco meses" ha lamentado.
Por su parte, el director de Acción Humanitaria de Plan International en España, Stefano Fino, ha señalado que "aunque este supertifón ya se ha debilitado, sigue siendo una amenaza para la población filipina, que continúa viéndose afectada por las lluvias torrenciales, las fuertes inundaciones y rachas de viento y en muchos casos han tenido que abandonar sus hogares".
"Por eso es esencial dar respuesta inmediata a la emergencia, pero también continuar con el trabajo de Plan International en prevención ante desastres, para que las comunidades cada vez más sacudidas por la crisis climática estén preparadas", ha añadido. La ONG trabaja en Filipinas desde 1961.
Filipinas sufre una media de 20 ciclones tropicales al año y se sitúa entre los países más propensos a sufrir desastres climáticos del mundo. Además, los expertos consultados por Plan Internacional han asegurado que estas tormentas serán cada vez más frecuentes y violentas debido a la crisis climática global.
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