MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado marcha atrás este jueves en el despliegue de la Guardia Nacional en San Francisco tras hablar con el alcalde de la ciudad y recibir presiones por parte de varios magnates tecnológicos.
El alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, ha pedido a Trump paralizar el despliegue para dar "una oportunidad" a las autoridades locales de "revertir" la situación, si bien el presidente le ha asegurado en una llamada que está "cometiendo un error", puesto que las fuerzas federales podrían "expulsar a los criminales mucho más rápido".
En paralelo, el magnate republicano también ha hablado con el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, y el director ejecutivo de Salesforce, Marc Benioff, quienes le han transmitido que "el futuro de San Francisco es prometedor".
"El Gobierno federal se preparaba para un aumento repentino de tropas en San Francisco, California, el sábado, pero amigos míos que viven en la zona me llamaron anoche para pedirme que no siguiera adelante, dado que el alcalde, Daniel Lurie, estaba logrando avances sustanciales", ha señalado en un mensaje publicado en Truth Social.
"Hablé con el alcalde anoche y me pidió, muy amablemente, que le diera una oportunidad (...) Personas destacadas como Jensen Huang, Marc Benioff y otros han llamado diciendo que el futuro de San Francisco es prometedor. Quieren intentarlo. Por tanto, no intensificaremos la ofensiva en San Francisco el sábado", ha zanjado.
Lurie ha confirmado en redes sociales que durante su llamada con Trump le comunicó que iba a cancelar "cualquier plan para un despliegue federal en San Francisco". "La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, lo reafirmó en nuestra conversación de esta mañana", ha señalado.
Asimismo, ha criticado que "la presencia de militares y agentes de inmigración militarizados" hubiera "obstaculizado" la vida en la ciudad. "Agradecemos que el presidente comprenda que somos el centro global de la tecnología, y que cuando San Francisco es fuerte, nuestro país es fuerte", ha argüido.
Esto se produce tras un fin de semana de protestas bajo el lema 'No Kings' (Sin Reyes) en las que cerca de siete millones de estadounidenses han salido a las calles de 2.700 puntos del país para mostrar su rechazo a la militarización de las ciudades --como en el caso de Chicago, Los Ángeles o Portland--, así como a la política migratoria del inquilino de la Casa Blanca.
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