José María Solís es jefe de servicio en la Dirección General de Servicios Sociales y Atención a la Discapacidad del Ayuntamiento de Madrid y también el ganador de la VIII edición del Premio de Policía Nacional por su novela negra 'Henares'.

"Escribo para divertirme", asegura en una entrevista concedida a Europa Press después de recibir el galardón el pasado 18 de noviembre a manos de la Fundación Policía Española.

Solís fue el premiado de entre 119 manuscritos y a día de hoy no se lo llega a creer. "Estoy convencido de que me habrían gustado más otras novelas, pero me parece maravilloso, he tenido mucha suerte", afirma.

La noticia del premio llegó a Alcalá de Henares la mañana del 17 de septiembre, cuando estaba en casa con su mujer y sonó el teléfono con la llamada de un número desconocido. Casualmente "no era spam", era uno de los miembros del jurado para anunciarle que había sido el ganador.

"Me hizo muchísima ilusión, el otro día en la entrega del premio, el jurado me decía que les había sorprendido que teniendo tantos premios me hubiera alegrado tanto", manifiesta.

José María empezó a escribir la novela en 2024, y la terminó en abril de 2025 aproximadamente. "Me sorprende que todo haya ido tan rápido, no es normal que a día 12 de noviembre ya esté publicada", confiesa.

El Premio de Novela Policía Nacional, dotado con 15.000 euros, es una iniciativa conjunta de la Fundación Policía Española y la editorial Martínez Roca (Grupo Planeta), en colaboración con el Banco Santander, que tiene como objetivo reconocer y promover obras de ficción enmarcadas en los géneros negro, policíaco y criminal.

La novela empieza con dos citas, una del poeta romano Virgilio y otra de Víctor Hugo. De ahí pasa a interpelar directamente al lector. "¿Qué verdades preferimos olvidar como sociedad?", le lanza. A la que el autor contesta que "probablemente muchas" porque "va cambiando con el tiempo".

"Cada uno tenemos nuestro propio sentido de la justicia y casi todo el mundo con dolor, unos con más y otros con menos. Estoy convencido que actuamos en contra de nuestros principios en ocasiones", subraya Solís, que cree que "la sociedad es exactamente igual. Es consciente de actuaciones injustas y, sin embargo, no hace nada, lo deja estar porque a lo mejor piensa que le interesa no moverlo".

La novela está ambientada en Alcalá de Henares y en dos épocas, 1960 y 1980, con el colegio de Santo Tomás de Villanueva como foco, donde se esconden "silencios, abusos y mentiras".

En él coinciden Chema, un niño de trece años recién llegado del hospicio, Dori, una joven marcada "por el lastre de su belleza" y el exilio de su padre desaparecido en la guerra, y Paquita, la muchacha "más alegre del servicio", que vive atrapada "en una relación imposible". Sin embargo, sus jóvenes vidas serán truncadas con la repentina muerte de su amiga Paquita junto al río Henares.

La obra retrata una época donde el poder, la religión y el miedo se unen para perpetuar "la impunidad", un thriller histórico que combina tensión, crítica social y la reconstrucción de una época en la que las apariencias "podían costar la vida".

El cuerpo de Paquita aparece en el río Henares, de ahí el nombre de su novela, demostrando que es "un ser vivo que ve y que sabe cosas pero se calla". Su novela nació llamándose 'Henares' y así ha sido "hasta el final, sin ningún cambio".

El libro da un giro de 180 grados cuando en 1980 Dori y Chema se reencuentran en el mismo lugar, Alcalá de Henares, inundada de "recuerdos y preguntas sin respuesta"

La novela está ambientada en una Alcalá de finales del franquismo y de la Transición, y se desplaza a un Madrid de los 80, con el inicio de la democracia. Retrata la tensión entre una España que comienza a abrir los ojos a la libertad (Madrid) y otra que aún carga con el peso de su pasado (Alcalá).

'Henares' es también un homenaje a la que es su ciudad desde hace 18 años y que también "le vuelve loco". Durante la entrevista confiesa que, a pesar de haber nacido en el barrio de Chamberí, le gusta tanto Alcalá que cuando trabajó durante dos años en el Ayuntamiento de la localidad siempre que podía visitaba el archivo para estudiar la ciudad "entera".

Todos los escenarios de la trama salen de lugares relacionados con la vida del autor, por lo que el punto de partida sí es "autobiográfico" aunque las tramas "estén inventadas", ha explicado Solís, quien describe que los personajes son una mezcla entre su vida, pura ficción dos y muchas horas de escritura en el salón de su casa.

Este no es el primer libro publicado de Solís: tiene varias novelas y relatos cortos, vocación literaria que compagina con su labor como funcionario de carrera en el Ayuntamiento de Madrid.

Otras de sus novelas son 'De madera de pino', galardonada con el Premio Arte Joven de Novela de la Comunidad de Madrid, o 'Mis frailes no tienen jardín', finalista del Premio A.M. Pozanco.

Esta trayectoria ha sido reconocida en certámenes nacionales e internacionales, como el Premio Decano Pedrol de Relato Corto, el Internacional Ifach de Narrativa Breve, el Don Juan de Alcalá de Henares y el Premio La Radio de Radio Nacional de España y Caja Castilla la Mancha.

Otra de sus pasiones es la enseñanza y durante 28 años ejerció la docencia del Derecho, además de publicar varios manuales sobre materias jurídicas.

Las "ganas de escribir" le llegaron pronto. "Me acuerdo que con 10 años ya me gustaba escribir tonterías y con más o menos 17 escribí mis primeros relatos", ha rememorado.

En cuanto a la lectura desvela que va leyendo por la calle o cuando espera a su hija pequeña en el colegio. También lee periódicos históricos que le transportan a otra época. Se define "lector antes que escritor".

"Todos los días tengo que hacer algo de deporte, todos los días tengo que leer y todos los días tengo que escribir, eso es obligatorio, aunque sean dos minutos", ha asegurado. También reconoce que no le hubiera gustado dedicarse "solo a ser escritor" porque se habría "aburrido".

Solís seguirá escribiendo. A día de hoy y a tan solo días de haber ganado el premio, el escritor adelanta que tiene una novela a punto de terminar y solo le falta corregirla.

También es policial y sigue la pista de un inspector de policía jubilado con un caso de los 90 en mente, un relato que empezó a escribir casi a la vez que 'Henares'.

Con todavía la adrenalina de haber firmado más de 500 ejemplares durante tres horas y media en la gala de entrega de su último premio, Solís solo espera "seguir mostrándoselo al público", al menos en tres lugares, Madrid por ser su ciudad natal, Alcalá por ser su refugio y Ávila por estar ubicada la Academia de Policía, institución que le ha dado "el privilegio" de llevar el nombre de la ciudad complutense a lo más alto de la literatura policial.